Crisis productiva: El «frutazo» irrumpió en Plaza de Mayo
(ADN).- Con cajones repletos de naranjas, mandarinas, peras y manzanas, productores de Entre Ríos, Río Negro y Neuquén regalaron más de 20 mil kilos de frutas a los vecinos de Buenos Aires que que se acercaron a Plaza de Mayo. El objetivo: mostrar la situación difícil que atraviesa el sector frutícola.
“Vamos a regalar a modo de protesta alrededor de 20.000 kilos de fruta. El gobierno nacional debe cumplir con lo que prometió hace ya tiempo… dar un marco de rentabilidad para la actividad”, confió con angustia el secretario de la Federación de Productores, Marcelo Coriolani, al diario Río Negro.
Los productores del Valle reclaman al gobierno el pago de 1,50 pesos por kilo cosechado como parte de un esquema de ayuda para sortear sus dificultades económicas de la temporada.
A su vez, exigen la postergación del cobro de créditos tomado oportunamente y políticas que permitan dar sustentabilidad a una actividad que todavía no encontró su piso en esta crisis.
Naranjas
Alejados geográficamente y con producciones de frutas diferentes pero con realidades parecidas, juntos esperan del Gobierno respuestas concretas. «No queremos que se corte el diálogo con las autoridades pero no quedó otra alternativa ante la falta de decisión política y apoyo para con los fruticultores», dijo a La Nación, Ariel Panozzo, presidente de la Federación del Citrus de Entre Ríos.
«Hace tiempo que somos economías sin rentabilidad. Cada vez la brecha entre lo recibe el pequeño productor y lo que paga el consumidor es más grande. Nuestros socios, los que están en los medio (intermediarios, comercializadores y Gobierno), son los que se quedan con la mayor ganancia», contó.
Agregó: «Hoy conviene dejar la fruta que se pudra en la planta. Te pagan $2,80 por kilo y solo para cosechar ese kilo de fruta nos cuesta $3,50, estamos casi un peso abajo».
Según Panozzo, los productores de frutas en su mayoría son medianos y chicos y generan mucha mano de obra en la región. «Pero a los grandes empresarios no les importa la situación que atraviesa el sector sino su propia rentabilidad», concluyó el dirigente entrerriano.