Juntos. ADN
Alberto Weretilneck y Miguel Pichetto presentaron su alianza en sociedad. Buscan retroalimentar sus candidaturas en Río Negro. La provincia es un territorio hostil para Cambiemos. Y la elección nacional, compleja para una boleta corta.
El candidato a vicepresidente de Macri evalúa que la potencia electoral del gobernador le otorga unos puntos más de lo que las encuestas muestran, si Juntos Somos Río Negro reparte las boletas ensambladas. Eso, conspira contra la candidatura a diputado de Sergio Wisky, que se vería afectado por el corte.
«Juntos en el Senado seremos imparables», aseguró Pichetto. Weretilneck correspondió: «apoyar a Miguel es natural».
A pesar de los esfuerzos de ambos en salvaguardar sus espacios asegurando que el acuerdo es a título personal, el gesto fue muy fuerte y provocó una lectura política inequívoca: la alianza electoral. Para colmo, ambas fuerzas llegan con nombres similares. Y el macrismo arrancó de su lista el tramo de senadores.
Juntos por el Cambio espera así superar el 20% en la elección y tener un gobierno aliado en caso de tener que disputar un balotaje con los Fernández en noviembre. Los sondeos indican que el macrismo en las PASO rondaría el 10% y subiría en octubre al 15%. En cambio, Weretilneck tienen una intención de voto que supera el 60%.
El problema para el oficialismo rionegrino es la polarización que tendrá la elección en octubre, y que en consecuencia, la cosecha de votos sea muy inferior (30%) a la intención de voto del gobernador.
La jugada podría provocarle una merma electoral a Weretilneck, pero el gobernador juega el partido tranquilo, ya que tiene asegurado su ingreso al Senado a partir del desanclaje de la boleta de Cambiemos.
Después de la foto en Viedma, el Frente de Todos festejó. La alianza Weretilneck-Pichetto mejora su expectativa electoral. Hoy las encuestas marcan 45% en las PASO y supera el 50% en octubre. La ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner tiene una alta intención de votos.
El kirchnerismo -ahora- no deberá preocuparse por la boleta corta verde que, de no haberse concretado el acuerdo de los Juntos, hubiese tenido mayor incidencia. Leen que a Weretilneck le resta haberse sumado al macrismo en un provincia donde sus candidatos (Macri-Pichetto) tienen una alta imagen negativa.
La preocupación del Frente llegó al Instituto Patria. Allí, veían una ardua competencia con el gobernador. Incluso, evaluaban que hasta podía ganar y llevarse dos senadores. Ahora, el escenario cambió.
Weretilneck aseguró que el respaldo a Pichetto era a «título personal», pero inmediatamente agregó: «como presidente del partido, después de mi expresión, seguramente vendrán más». Lo hizo en un auditorio repleto de militantes del gobierno: el Gabinete completo, funcionarios de segundas y terceras líneas, intendentes y legisladores. Imposible disimular la alianza.
En principio, trascendió que el respaldo sería «tibio» pero el gobernador es afecto a la sobreactuación, especialmente en un auditorio favorable. Los dirigentes, militantes y vecinos que se acercaron a Los Aromos probablemente votaron el 7 de abril a Juntos, o como mínimo, tienen aversión al kirchnerismo.
Pero no todo fue sonrisa. El vicegobernador Pedro Pesatti no pudo disimular su descontento. «Gracias Pedro por haber venido» dijo Pichetto, y su cara se transformó. El viedmense ha expresado infinidades de veces su oposición a las políticas de la Casa Rosada.
¿Sabía lo que iba a ocurrir o creyó -lo que se multiplicó en el Gabinete- en el apoyo tibio del gobernador? Y si conocía el contenido del acto… era peor no estar? Pesatti competirá por la intendencia de Viedma y sumará a Juntos sectores del peronismo y el radicalismo. Un gran acuerdo local. Igual, la intención de voto del vice supera el 60%.
En el acto hubo un vacío de la conducción provincial radical, aún molesta por la intromisión de Pichetto que atentó contra la candidatura del ex intendente de Bariloche, Marcelo Cascón, a senador.
Más allá de las especulaciones electorales que se irán develando en cada votación, el blanqueo del acuerdo deja en off side el discurso provincialista de JSRN. Ahora está más vinculado que nunca al macrismo.
Así y todo, Weretilneck dejó a salvo a la gobernadora electa, Arabela Carreras. La barilochense no participó del acto. Y no se pronunciará -de acuerdo a lo que dicen en la Casa de Gobierno- a favor de Macri-Pichetto. Es el salvoconducto a un acuerdo de gobernabilidad posterior con el gobierno nacional, si Alberto Fernández es presidente.