¿Se rompe? O se dobla?
(ADN).- La crisis que desató en el radicalismo la decisión nacional de bajar la lista de senadores de Cambiemos en Río Negro no tiene tope. En las próximas horas habrá definiciones. En principio el tema podría disparar rompimientos internos y hasta con la alianza que comparte con el PRO y el ARI.
El enojo de los boina blanca llevó a su presidente, Darío Berardi, a renunciar. Mañana, marcharán a Buenos Aires los vicepresidentes, Lorena Matzen y Mariano Lavin, a buscar explicaciones. Y anticipan que ya está en marcha una estrategia judicial.
Ayer, Matzen y el ex intendente de Bariloche y candidato a senador Marcelo Cascón, encabezaron las críticas a la definición que se tomó a mil kilómetros de Río Negro.
Los dirigentes calificaron de «inconsulta y arbitraria» la decisión de la conducción nacional de la alianza Juntos por el Cambio, que «resolvió desanclar el tramo de senadores de la boleta que encabeza nuestro partido en Río Negro», motivo por el que «hemos pedido una reunión urgente con nuestras autoridades partidarias nacionales».
«Sostenemos que en este camino aún no esta dicha la ultima palabra» advirtieron.
Matzen y Cascón adelantaron que «a través de nuestro apoderado haremos las acciones legales posibles ante la Justicia Electoral y evaluaremos todos los caminos posibles a seguir en defensa de lo actuado por la UCR en Río Negro».
La diputada nacional ventiló que «nos tocó llegar a Viedma a continuar negociaciones iniciadas con anterioridad. Estar presentes en las mismas con las otras fuerzas políticas no fue sencillo, sobre todo porque se habló de acuerdos previos que, si los hubo, nosotros desconocíamos».
Y puntualizó: «Es difícil entender esta decisión, más aún creer que pudo haber acciones personales en detrimento del radicalismo rionegrino».
«Nos queda la tranquilidad de haber peleado y obtenido los espacios que a la UCR rionegrina le corresponden y lo seguiremos haciendo, convencidos que es el único camino de crecimiento y futuro posible», agregaron Cascón y Matzen.
Y alentaron: «Creemos que el verdadero desafío de la UCR rionegrina consiste en saberse capaz de liderar un proceso de cambio en la provincia. Entendemos el momento del país y lo que está en juego, lo que no entendemos es que se use la alianza para decisiones personales que además benefician a supuestos aliados circunstanciales.
«Convencidos del rumbo, vamos a discutir lo que haya que discutir y seguiremos trabajando dejando a un lado las aspiraciones personales y priorizando las del conjunto», aseguraron.
En ese sentido, plantearon que «para ello necesitamos apertura para el debate, firmeza en la definición y seguimiento del objetivo, grandeza para quien quiera sumarse genuinamente y una puerta abierta para que partan aquellos que se sientan mas cómodos en otros espacios políticos».
La pregunta que flota en el aire es: si no logran revertir la situación en Buenos Aires, se rompe o se dobla?