Un corte a la UCR. ADN
Es definitivo, no hay marcha atrás. La lista oficial de Cambiemos no tendrá el tramo de senadores. La decisión se tomó en la Casa Rosada a instancias de Miguel Pichetto quien ideó una estrategia pensando en cómo beneficiar a la fórmula que integra junto a Mauricio Macri, en un distrito hostil.
La idea original era incluir al gobernador Alberto Weretilneck -el gran elector rionegrino- en la cabeza de candidatos a senadores del macrismo, pero no fue posible. Así surgió el Plan B: no competir con el mandatario y apostar al corte esperando un impulso de Juntos a la boleta del Presidente.
«Acuerdo tácito», admitió el PRO. Cómo sería? Que a la -magra- cosecha del macrismo, se sumen los votos de JSRN. Una apuesta difícil a la tijera. En el laboratorio político idean que quienes voten a Weretilneck (que no tiene tramo a presidente y vice) coloquen el binomio Macri-Pichetto.
El ex senador del PJ piensa en lo que viene. Y cree que hay que sumar senadores para darle mayorías en el Congreso al macrismo que intentará -si gana- profundizar su modelo. Eso no está garantizado con los candidatos de Cambiemos. Por eso, sostiene su sociedad con el mandatario rionegrino.
Además, Weretilneck aportaría un gobernador más al elenco oficial.
La víctima del acuerdo es, una vez más, la UCR. El tramo de senadores era encabezado por el ex intendente de Bariloche, Marcelo Cascón. El radicalismo ya había pagado otro «acuerdo tácito». Fue en las elecciones del 7 de abril donde la candidata Lorena Matzen obtuvo poco más del 7% de los sufragios. Allí operó el voto últil (en favor de Juntos) promocionado públicamente por el diputado del PRO Sergio Wisky.
Según muestran las encuestas hay favoritismo por Weretilneck. Incluso, tanto en JSRN como en Cambiemos, piensan que puede imponerse en las elecciones y obtener dos senadores. El restante sería para el Frente de Todos. Algunos de esos votos podrían sumar a Macri en su intento de reelección porque la boleta corta se complementaría con la de Cambiemos.
Todo ganancia para el gobernador. A cambio de qué? De un respaldo explícito a la fórmula macrista en un balotaje. Para ese entonces, Weretilneck ya será senador.
La jugada podría dejar afuera del Congreso a Wisky si Cambiemos sale tercero lejos. Pichetto se entusiasma en que la lista que lo lleva de candidato a vicepresidente logre superar los 25 puntos. Difícil. Hoy la fórmula de los Fernández es muy fuerte en Río Negro. Los estudios de opinión le otorgan a Cambiemos una intención de voto del 15%, máximo. Según esos mismos datos, la disputa es entre Juntos y el Frente.
En cambio, el ex jefe del bloque de senadores del PJ cree que habrá una elección pareja, de tercios, en la que JSRN obtendrá dos senadores y que en diputados ingresará uno de cada partido. Por ahora, lejos de lo que indican las encuestas. Si la elección se mantiene como prevén las consultoras, la cosecha sería: dos senadores del Frente y uno de Juntos; lo mismo en diputados.
Como sea, haber desanclado el tramo de senadores en Cambiemos favorece a Weretilneck.
La dirigencia radical advirtió la acción y puso el grito en el cielo. Armó una comisión y fue a Buenos Aires en búsqueda de respuestas. Solo consiguió promesas de revisión. Pero habrá vuelta atrás. Entonces, los boina blanca quieren saber el por qué de la decisión. Ello requiere blanquear el acuerdo con Juntos y no sucederá.
Por las dudas, la UCR inscribió igual el tramo de senadores original junto al de diputados. Pero será -si se presenta finalmente- una boleta corta porque no tendrá aval oficial del macrismo.
Hay enojo en el radicalismo. La señal más clara fue la decisión del presidente del partido, Darío Berardi, de renunciar a su cargo. También tuvo su consecuencia en Viedma. El intendente José Luis Foulkes, que estudiaba ir con las nacionales, definió que la fecha de elecciones en la capital provincial será el 6 de octubre.
Inicialmente Foulkes imaginó una elección desanclada. Era el 29 de septiembre. Pero esperó las negociaciones a nivel nacional. Al quedar relegada la UCR, corrió (porque así lo impusieron los tiempos electorales) una semana la votación.
En el radicalismo además, creen que los acuerdos tienen fecha de vencimiento para Weretilneck. Y le asignan una alta dosis de pragmatismo que lo llevará a acordar con quien sea el próximo presidente, sin distinción de partido. Recuerdan que el gobernador se reunió con Alberto Fernández. «Algo le prometió», dicen los boina blanca con resquemor.
Para colmo, las PASO darán un pantallazo sobre el destino electoral de octubre. Y si esa votación determina un presidente, el acuerdo por el balotaje quedará sin sentido y el gobernador liberado de compromisos.
En eso también pensó Juntos que decidió mantener la boleta corta, sosteniendo el discurso provincialista, sin inmiscuir al partido con frentes o alianzas nacionales. Así lo ratificó esta semana el ministro de Gobierno, Luis Di Giácomo, candidato a diputado: «no hay acuerdo con los partidos nacionales». Y consideró que participar de esos espacios tiene como consecuencia quedar atrapados a estrategias foréneas, como la de Cambiemos, que decidió quitar su tramo de senadores.