Lunes caliente. Política de «shock» o más restricciones
El gobierno se debate entre el «shock» y mas restricciones a los mercados. El ministro de Economía Hernán Lacunza y su equipo se toman el fin de semana para definir la mejor estrategia para enfrentar la apertura de los mercados del lunes, con mucha expectativa general y de ahorristas y bonistas en particular.
El ministro Lacunza quedó en el centro de un intenso debate interno sobre cual es la mejor estrategia para enfrentar la apertura de los mercados mañana, que se anticipa salvaje si se tiene en cuenta que luego del cierre del viernes, los bancos seguían retocando el valor del dólar hasta ubicarlos por encima de los 65 pesos.
Según publicó LPO, desde la Casa Rosada filtraron con su entusiasmo habitual que volverán a aplicar el «shock» que supuestamente aplicó Federico Sturzenegger cuando vendió de a USD 5.000 millones por día. Una pavada voluntarista ya que el mercado tiene muy claro que el Banco Central no cuenta con espaldas para sostener semejante esfuerzo más que unas 48 horas. Sólo este viernes el Central perdió USD 2.000 millones de reservas y la divisa lejos de bajar subió.
Desde que asumió Lacunza tuvo muy claro que es el ministro de la transición y su único objetivo es llegar a diciembre con el dólar equilibrado para que no se le espiralice la inflación. Por eso optó por políticas económicas de corto plazo que se centran en reducir la cantidad de dinero que se destina al servicio de las deudas para tener más recursos para defender el peso. Pero la medida fue leída como un «default selectivo», o sea un default, y disparó el pánico hasta niveles intolerables.
Por eso, bajo una tremenda presión el nuevo equipo económico tratará este domingo de establecer nuevas medidas o cursos de acción. a lo largo de este fin de semana se estudiará reforzar el «reperfilamiento» – el alargamiento de los plazos de pago de la deuda ya anunciado el miércoles- con una baja de los cupones sobre la deuda emitida por el gobierno de Mauricio Macri y no sobre los compromisos emitidos previamente.
Esto contradice la propuesta de reestructuración voluntaria «sin quita de capital ni de intereses», precisamente porque se afectarían los intereses que se pagan por el servicio de la deuda, pero está en estudio si la medida afectaría a todos los bonistas o solo a algunos de ellos.
El proyecto de Ley que debía enviarse hoy al Congreso para hacer el reperfilamiento será presentado la semana próxima, pero la oposición ya sugirió que no aceptará una reestructuración que no mejore el costo de la deuda.
Hasta el momento, el mercado le bajó el pulgar a Lacunza: no le renovó las Letes, el riesgo país se disparó 650 puntos básicos (35,4%) y se perdieron 8.000 millones de dólares de las Reservas Internacionales con una fuerte salida de depósitos. Por eso, también están estudiando medidas para «cerrar la canilla», pero no del todo. Una fuente al tanto del menú de propuestas en estudio dijo a LPO que se analiza una suerte de restricción al retiro de depositos, pero «dosificado». Macri y su núcleo duro son quienes más resisten este tipo de medidas, que remiten al final de De la Rúa.
Además, para contener el drenaje de dólares, en el menú en estudio figura la posibilidad de implementar un control de cambios, aunque no trascendieron detalles.
Ya hoy Guido Sandleris imitó una medida de Martín Redrado en 2006 de exigirles a los bancos y a las entidades financieras que pidan autorizaciones para repartir ganancias entre sus accionistas. Como explicó LPO, se trata de la primera forma de control de capitales y que solo afectó a la industria bancaria. Una nueva medida en este sentido podría afectar a exportadores, fondos de inversión o grandes empresas.
La última medida del combo en análisis es un congelamiento de tarifas que acompañe al de los combustibles. El impacto de esta medida será mayor en el interior porque en la Ciudad y el Conurbano ya hay un congelamiento parcial. Como la electricidad depende de distribuidoras provinciales o cooperativas en su mayoría, no se descarta que esta medida implique un nuevo choque nuevamente con los gobernadores.