El salario real cayó y acumula un derrumbe del 19,1%
Por el salto inflacionario que generó la fuerte devaluación post PASO, el salario real de los trabajadores registrados se hundió 6,2% interanual en septiembre. Aunque algo menor a meses anteriores, esta caída se torna más grave ya que compara contra el mismo mes de 2018, el peor para los ingresos laborales de toda la gestión Cambiemos.
Con este nuevo retroceso, el poder adquisitivo acumula un derrumbe del 19,1% desde la asunción de Mauricio Macri. Es decir que, en menos de cuatro años, los asalariados perdieron la quinta parte de sus sueldos.
Lo datos surgen del informe difundido ayer por Instituto Estadístico de los Trabajadores (IET), un centro de estudios que impulsa la Umet junto a un conjunto de sindicatos de la CGT y las CTA. El IET informó que el mes pasado la «inflación de los trabajadores», una medición de precios basada en la canasta de consumo de los asalariados formales de distintos estratos de ingresos, se disparó al 5,5% y se ubicó 1,3 punto porcentual por encima del nivel de agosto. Así, en lo que va de 2019 acumuló 37,7% y la comparación interanual arrojó 53,5%.
La estimación se conoció una semana antes de que el INDEC difunda su IPC de septiembre. Si bien las mediciones privadas fueron dispares, el promedio de ellas ubicó en 5,8% la inflación del mes pasado.
«En agosto habían operado dos factores atenuadores la inflación: que en los días previos al 11 de agosto los precios se habían incrementado moderadamente y la baja del IVA en ciertos alimentos, que compensó algo el estallido inflacionario post-PASO. En septiembre dichos factores estuvieron ausentes», explicó el IET.
Con aún pocas reaperturas de paritarias después del salto del dólar, el correlato de la aceleración de la inflación fue el deterioro del poder de compra. Con 22 meses ininterrumpidos de bajas interanuales, el salario real acumula una caída desestacionalizada del 19,1% desde noviembre de 2015. A este ritmo, Macri podría terminar su mandato con un derrumbe de los ingresos similar al que generó en 2002 la salida de la convertibilidad: 23%.
«La contrapartida de este proceso es la suba de la pobreza», sostuvo el informe. Y planteó que, tras el salto al 35,4% de la población durante el primer semestre medido por el Indec, el recrudecimiento de la crisis impulsará un nuevo aumento en la segunda mitad del año. De este modo, el Presidente que pidió ser evaluado por el impacto de sus políticas en materia de pobreza terminará, según el IET, con alrededor de 5 millones más de pobres que cuando asumió.
El consenso de los analistas marca que la actual escalada de precios decantará en una de, al menos, dos o tres puntos más en el segundo semestre. Pero podría ser mayor. Ayer, el investigador del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, Eduardo Donza, proyectó que la pobreza podría llegar al 39% o 40%, en diálogo con CNN Radio. Lo mismo le dijo días atrás el economista jefe de Ecolatina a este diario. Eso implicaría que 18.000.000 de argentinos no alcancen a cubrir sus necesidades básicas.
El IET coincidió en que podría alcanzar esa cifra y explicó que eso dependerá de tres factores: de lo que pase con la inflación en los próximos meses, de cuánto se recupere el salario vía paritarias y de si esas recomposiciones del segmento formal se trasladan o no al informal, que es el que más cerca está de la línea de pobreza. Esto último no ocurrió en 2018.