Alberto llega casi a 21 puntos de ventaja sobre Macri
La fórmula Alberto Fernández-Cristina Fernández de Kirchner le sacaría casi 21 puntos de ventaja al binomio Mauricio Macri-Miguel Angel Pichetto si las elecciones fueran este domingo. La demoledora diferencia es mayor a la conseguida en las Paso: el 11 de agosto el Frente de Todos (FdT) le ganó a Juntos por el Cambio (JxC) por 16 puntos. El trasfondo de semejante resultado está en el economía ya que Macri registra las peores opiniones de su mandato, con dos de cada tres ciudadanos consideran que el rumbo económico es equivocado. También influye levemente lo ocurrido en el primer debate en que Alberto Fernández tuvo mucho mejor desempeño que el presidente.
Las conclusiones surgen de la encuesta exclusiva realizada para Página/12 (*) por el Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP) que lidera Roberto Bacman. En total se entrevistaron 1605 personas, de manera presencial, en sus hogares, respetando las proporciones por edad, sexo y nivel económico-social. Las encuestas presenciales fueron las que mejor se acercaron al resultado de las Paso, y en este caso se trata de un sondeo amplio y nacional.
El dato más trascendental son los casi 21 puntos de distancia de la fórmula FF sobre la fórmula MP, consolidando el ascenso que registra Alberto Fernández como candidato a presidente, mientras que también se percibe la caída de Macri, entre otras razones por las fuertes peleas dentro de la coalición oficialista. En agosto, los Fernández consiguieron 48 por ciento de los votos. Ahora lograrían cinco puntos más, aunque una parte (dos puntos) se corresponden con la exclusión en el cálculo de porcentajes del voto en blanco, según ordena la ley electoral. Si se verifican los resultados anticipados por Bacman, Macri estaría estancado porque, excluyendo el voto en blanco, en las Paso consiguió el 33,5 por ciento y ahora obtendría un número similar. O sea, las 20 puntos de diferencia se originan en la suba de los Fernandez y el estancamiento de Macri.
Por otro lado, la dupla Roberto Lavagna- Juan Manuel Urtubey lograría un honroso nueve por ciento, la izquierda se ubicaría en el cuarto lugar y los dos candidatos de derecha estarían por debajo de los dos puntos.
Roberto Bacman sostiene que hay una cierta estabilidad de los números. «Desde la perspectiva de la intención de voto, se observa un contexto electoral sin cambios estructurales, aunque se percibe tras el debate una ampliación de la brecha con relación al mes anterior: Alberto Fernández creció un punto con relación a la medición del mes de septiembre y Mauricio Macri bajó algo más de un punto, de modo tal que la diferencia a favor del Frente de Todos se incrementó a más de 20 puntos».
Un fantasma que se agitó en todo este tiempo es que el 27 de octubre podrían ir a votar muchos más ciudadanos que en agosto. «Se estima que este nivel puede incrementarse en aproximadamente un millón y medio de electores –dice Bacman–. En el año 2015, este incremento favoreció notablemente a Cambiemos, especialmente en la Provincia de Buenos Aires, que remató en el triunfo de María Eugenia Vidal. En estas elecciones, y al menos desde la perspectiva de la totalidad de las encuestas realizadas tras las primarias, las cosas se ven muy diferentes. La tendencia detectada en este segmento de nuevos votantes no difiere de la estructura de quienes ya votaron en las PASO. Eso implica otra ventaja comparativa del FdeT, que de comprobarse en las urnas hasta podría llegar a convertirse en un factor de ampliación de la diferencia a su favor».
Para Bacman, la ventaja del FdT se empezó a gestar con la decisión de CFK de ceder la candidatura presidencial. «Esta encuesta representa al último fotograma de una película que comenzó meses atrás, con la decisión de Cristina que permitió la unidad peronista. Eso generó un cambio sustancial en la estructura de la intención de voto. Se produjo un clima de época muy particular en que se insertan elecciones: la sensación de fin de ciclo del gobierno de Cambiemos, la necesidad de que se produzca una verdadera transformación que les permita a los ciudadanos volver a creer y encontrar un futuro de esperanza. El trasfondo es la economía en el centro de la escena. La preocupación por la inflación, corrida del dólar, ingresos que no alcanzan, temor a la pérdida de la fuente de trabajo, entre otros. Los indicadores del oficialismo se fueron cayendo de manera estrepitosa; la imagen positiva del presidente Macri se ubicó en los últimos meses en sus peores valores históricos; la gente no le tiene más confianza a los miembros del equipo de gobierno y hubo una debacle de las expectativas en que el oficialismo tenga la capacidad de resolver las cuestiones económicas».
En la encuesta del CEOP quedan claras las diferencias. Macri tiene una imagen positiva del 34 por ciento, mientras que en el caso de Alberto Fernández opina bien o muy bien un 52 por ciento. Nada menos que el 64,9 por ciento sostiene que el rumbo del país es equivocado. Son datos demoledores que de ninguna manera se revertirán con un debate.
Los estudios de Bacman y otros consultores ratifican la enorme brecha a favor de Axel Kicillof-Verónica Magario en la Provincia de Buenos Aires. Todo indica que en el principal distrito del país, la diferencia puede ser aún mayor que la que se registra a nivel nacional. Sin dudas, el electorado bonaerense es la base de la amplia ventaja del peronismo nacional y provincial.
Lo asombroso es que en las últimas horas trascendieron algunos sondeos llamativos sobre la intención de voto en la Ciudad de Buenos Aires. El propio gobierno porteño tiene datos que indican que Mauricio Macri le ganaría por apenas tres puntos a Alberto Fernández. Es más, hay alguna encuesta –la del Centro de Transferencia y Tecnología de la Facultad de Sociales de la UBA, hecha tambien en forma domiciliaria– en la que esa distancia es de apenas dos puntos. Semejante resultado sería un dato lapidario por dos razones. En primer lugar, porque Macri aventajó a Fernández en las Paso por 11 puntos, que excluyendo el voto en blanco, fueron 13 puntos. En segundo lugar, porque el peronismo pocas veces logró números semejantes en un distrito tan adverso como la Capital. Es indudable que, además, esa arremetida de la fórmula presidencial del FdeT se va a reflejar también en una gran elección de Matías Lammens–Gisela Marziotta.
Falta todavía más de una semana, con la concentración del macrismo este sábado, el debate el domingo y el cierre del peronismo en Mar del Plata el jueves. No obstante, como dice Bacman, la estructura de voto parece estable, con el FdeT en crecimiento y JxC lidiando con resultados económicos cada día peores.
*Publicada en Página12 por Raúl Kollmann