Cannabis medicinal: plan piloto del INTA en Río Negro
(ADN).- El INTA pondrá en marcha un proyecto de investigación científica para determinar las propiedades medicinales del cannabis. Por ello plantarán dos hectáreas de marihuana en la chacra experimental de Guerrico. La iniciativa es la primera que desarrollarán organismos nacionales.
El desarrollo, lo llevarán a cabo el INTA Centro Regional Patagonia Norte y la Asociación Civil Ciencia Sativa.
La idea, aprobada por la Secretaría de Salud de la Nación, está enmarcada en la Ley 27350 que regula el uso medicinal de la planta de cannabis y sus derivados. En el texto -incompleto y desactualizado- contempla que el Estado, a través del INTA y el CONICET estudien las propiedades medicinales de la planta.
Hoy, muchas personas consumen aceite de cannabis en el país con fines terapéuticos. En Argentina hay cada vez más asociaciones que se dedican a difundir su producción y uso, y más médicos que lo recetan. En consecuencia, hay cada vez más autocultivo para generarlo. Pero como es ilegal, se incrementaron las causas judiciales, los procesamientos e incautaciones de plantas.
Esa criminalización del consumo es lo que se cuestiona al gobierno nacional. También hay críticas al Congreso por la Ley que dictó. Ahora, se busca modificarla.
En países como Canadá o Uruguay, el uso de la marihuana es legal. También el comercio del aceite de cannabis. Incluso, la industria de EEUU ya comienza a generar plantaciones para generar productos derivados de la marihuana, y en distintos puntos de nuestro país, impulsa proyectos similares.
“No se puede arrancar con muchas hectáreas, dos es mucho y para arrancar está muy bien”, dice al diario Río Negro Mariana Amorosi, asistente de planificación regional del INTA Patagonia Norte, quien subraya los puntos innovadores de esta propuesta.
A nivel nacional, solo hay un proyecto de estas características en Jujuy, pero lo llevan adelante la provincia y una empresa privada estadounidense que puso el financiamiento. Otra diferencia, es que en este proyecto por primera vez se toma en cuenta el saber de los que vienen trabajando y luchando desde las asociaciones civiles y ONG.
Como explicó Mariana Amorosi desde las asociaciones investigan desde hace años: “Ciencia Sativa canaliza las demandas de los usuarios. Vienen trabajando en el tema cultivos, al margen de la ley y así son perseguidos, etc. Ellos son los que tienen el saber. Es como con el productor frutícola, se comparte la experiencia entre el ingeniero y el productor; y lo mismo se hará acá”, dijo y aseguró que no hay antecedentes de este tipo en el país.
Para Gabriela Calzolari, presidenta de la asociación civil Ciencia Sativa el estado está en pañales en este tema. “Por eso, estamos orgullosos que el INTA haya aprobado el trabajo en conjunto con una ONG. Ellos no tienen experiencia en cultivo de cannabis y necesitan este know -how de los cultivadores”, destacó.