Elección y resquemores. ADN
Ni vencedores ni vencidos están conformes. El Frente de Todos tuvo menos votos que en las PASO, a Juntos no le alcanzó y Cambiemos quedó afuera.
La elección de diputados y senadores en Río Negro dejó un sabor semiamargo para las alianzas y los frentes.
En cambio, ratificó la preferencia por los Fernández que arrasaron en las urnas como en toda la Patagonia.
Solo eso puede exhibir el Frente rionegrino que logró sostener el impulso de Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner. Así salvaron la ropa y conquistaron dos bancas en Diputados y dos en Senadores.
Así, será muy difícil la reconstrucción del peronismo y las fuerzas que componen el espacio en la provincia. Quedó diezmado en las municipales, los referentes que van al Congreso no tienen territorio (salvo Martín Soria, pero circunscripto a Roca) y Alberto Fernández tiene planificado una conexión directa con Arabela Carreras.
Para Juntos la cosecha no alcanzó. Mejoró el resultado de las PASO, pero no cumplió el objetivo que se trazó Alberto Weretilneck. Y el gobernador tronó. Se enojo por la mala elección en Roca, apuntó a la falta de compromiso de Alejandro Palmieri y Luis Di Giacomo, donde la diferencia fue clave. También perdió en Bariloche. ¿Se enciende la alarma interna?
JSRN perdió por 5 puntos en toda la provincia. Estuvo cerca.
El enojo es, además de la derrota, por la pérdida de poder del mandatario que deja el 10 de diciembre el sillón de Laprida y Belgrano.
La idea de Weretilneck era que Miguel Pichetto pudiera ser vicepresidente para poder ser un senador superpoderoso. Esa plan fracasó en las PASO. Allí surgió el Plan B: ganar en octubre. Nada de eso sucedió.
Ahora, la transferencia de poder a Carreras será total.
La gobernadora electa no hará nada para incomodar al cipoleño. Pero la transición será espinosa.
Amanece un tiempo de crecimiento de Juntos, un movimiento provincial que no tendrá adversario por unos cuantos años. Ganó 18 intendencias, tiene mayoría en el Parlamento y legisladores nacionales. Es la fuerza local más importante del país, superó al MPN que perdió su senador.
En consecuencia, el PJ local tiene destino neuquino.
Quienes deberán repensar el espacio son los partidos que componen Juntos por el Cambio. Quedó reducido a la mínima expresión y su candidato a vicepresidente es uno de los grandes perdedores del 27-O. Para colmo, el partido quiere expulsarlo. Pichetto ahora pende de un hilo. Sólo una orden de Alberto Fernández evitará su destierro del PJ.