Fernández: Plan automotriz y el «nuevo contrato social»
El presidente Alberto Fernández presentó oficialmente en la sede de SMATA estudio elaborado por el sector automotor denominado “Plan estratégico 2030”, donde señaló que «estamos produciendo un tercio de lo que somos capaces y eso habla de lo que hemos caído”, a la vez que destacó que «esta idea de que abrimos las puertas, importamos, y así somos parte del mundo es una enorme idiotez, eso destruye nuestra industria y el empleo, no esperen eso de mi”.
El trabajo realizado entre ADEFA y SMATA junto con AFAC, UOM, ADIMRA y ACARA, contiene gran cantidad de medidas para hacer sustentable a esta industria por la próxima década.
Entre las numerosas propuestas que se enumeran en el estudio, que coordinó el IAE –la escuela de negocios de la Universidad Austral -, se plantea la necesidad de una reforma impositiva particular para el sector con el objetivo de aliviar la alta presión impositiva, en momentos en que el Gobierno está avanzando en la suba de impuestos para mejorar la recaudación impositiva y frenar la salida de divisas.
Este es un sector sumamente deficitario en materia comercial ya que más del 70% de los vehículos que se comercializan son importados y los producidos localmente tienen mayoría de piezas que llegan del exterior. Es decir, cada auto que se vende son más dólares que saltan la frontera. Para ir a un ejemplo puntual, de los muchos que se pueden extraer de este trabajo, está el tema de Ingresos Brutos, uno de los tributos que más afecta toda la cadena de la industria.
Hay que recordar que la presión impositiva no sólo afecta a los autos que se venden en el mercado interno, también los que se envían al exterior. En cada 0km que se exporta, alrededor de 16% de su valor son impuestos, algo que golpea la competitividad. Por este motivo, se había acordado con el gobierno anterior un cronograma de rebaja de este tributo. En el Trabajo se resalta esto y se pide seguir avanzando. La realidad: Alberto Fernández, hoy a las 12 (un rato después de la presentación del plan automotriz), firma un acuerdo con los gobernadores que suspende algunos puntos del Pactos Fiscal, como la baja de Ingresos Brutos. Además, les da libertad a los mandatarios provinciales para crear otros impuestos. “Habíamos presupuestado el negocio con un escenario y, ahora, tenemos un decorado distinto. Nos golpea la rentabilidad de los nuevos proyectos que ya, de por sí, era mínima” dijeron en una empresa.
Obviamente, también se habla del tema costos. Entre muchos de los rubros que impactan en este capítulo está el laboral. Ya las automotrices hicieron un fuerte ajuste de personal en los últimos dos años de manera silenciosa y sin conflictos, casi todos bajo la modalidad de “retiros voluntarios”. Se eliminaron turnos completos, es decir, dotaciones de 400 o 500 trabajadores. Mientras tanto, el gobierno implementó por decreto la doble indemnización. Es una medida transitoria pero que marca una señal sobre el rumbo de gestión.
En el trabajo se remarca otro factor importante que es un caballito de batalla de las empresas: la previsibilidad de las reglas de juego. “Es imposible pensar en un crecimiento sólido si cada cuatro años cambiamos radicalmente el rumbo económico” se quejaron en otra automotriz. Motivos no faltan: en las automotrices no saben cuál será el esquema de Impuestos Internos que regirá desde el 1° de enero pese a que está establecido por ley desde hace un año, el gobierno anterior dejó una deuda de $1.300 millones en concepto de los subsidios del plan Agost0km y no tienen certeza que la salde el gobierno acumulan una deuda de varios meses por la devolución de reembolsos a las exportaciones superior a los u$s400 millones sin fecha cierta de cobro.