Pichetto arma un partido. «La cuarta pata» de Cambiemos
(ADN).- «Trataremos de conformar la cuarta pata en la coalición en la mesa de conducción». Así lo afirmó el ex senador Miguel Pichetto en diálogo con LetraP. El rionegrino se erigió en uno de los líderes de Juntos por el Cambio. El dirigente valoró el rol de Mauricio Macri pero puso en dudas si en cuatro años será quien encabece la oferta electoral de la oposición.
Días atrás, el intendente de Campo Grande, Ariel Rivero habló del encolumnamiento de Pichetto con el macrismo. Recordó que el 40% que se obtuvo «no es poco» y aseguró que «si se arma una fuerza nacional eso repercutirá en Río Negro».
Pichetto hizo un repaso de la coalición que integra y el gobierno de Alberto Fernández.
-Cómo lo ve en esta etapa a Mauricio Macri
Lo veo muy bien anímicamente, se ha instalado en sus oficinas de Vicente López. Tuve varios encuentros con él. Lo veo muy prudente, equilibrado, sabiendo que el gobierno empezó recientemente y que su palabra tiene peso. Me parece conveniente, porque hay que saber ser presidente y expresidente. Macri a eso lo hace bien, aunque no significa que desatienda los temas del país. Habla con intendentes del conurbano, con dirigentes importantes de Juntos por el Cambio.
-¿Hoy Macri es el líder de la oposición?
En la Argentina el tema del liderazgo es complejo. Reemplazarlo, una vez que se construyó determinada imagen con el volumen electoral de casi el 41%, no es simple. Lo que cambia es que la salida del poder obliga a un mecanismo de participación de todas las fuerzas de la coalición, con una mesa horizontal, donde la palabra de los gobernadores radicales, la de Horacio Rodríguez Larreta, al igual que la de la ex gobernadora (María Eugenia Vidal), tiene importancia. Esta constitución es más horizontal, pero Macri es una figura central. Negarla es negar la realidad, sino no se explicaría el liderazgo de la expresidenta en el Frente de Todos. Sin él, no hay construcción opositora. Después veremos si en 2023 es con él o con otro que tenga mayor potencia.
-¿Lo plantea por el caudal de votos en la última elección?
Yo no hablo de elecciones, sino de liderazgo, de la construcción de acuerdos, de fijar discusión de valores. Del proceso opositor.
-¿Le pidió algo en especial en estas reuniones? Se lo ve por los medios casi de vocero
Conversamos con mucho respeto y le expreso mis ideas. No niego la importancia que tienen los medios, me parece que son fundamentales para conformar una opinión pública esclarecida. No creo que sea todo redes. Creo en los portales, los diarios digitales, en el diario de papel, la radio y televisión.
-¿Qué piensa de la actitud del radicalismo, que parece tomar mayor protagonismo en esta etapa?
Tienen responsabilidades de gobierno. Los dirigentes más importantes del radicalismo son los gobernadores, o el caso de Alfredo Cornejo que viene de gobernar Mendoza y está preocupado por su provincia. Es igual para Gerardo Moráles y Gustavo Valdés. Después está la figura de alguien muy interesante como Rodríguez Larreta.
-¿Cómo lo ve al jefe de gobierno de la Ciudad en este proceso?
Con un gran potencial. Tiene experiencia y una visión muy práctica. Es dialoguista, a futuro es una figura muy interesante como Emilio Monzó o Vidal. Encima de las diferencias que tuvieron, son figuras importantes. Deben tener una actitud de persistencia a pesar de una derrota. Deben mantener un temple para lograr resiliencia, de aceptar la frustración del fracaso. Hay que superarse y dar la pelea. Yo no dejé de ser peronista, pero no estaba de acuerdo con la visión sesgada, con la figura de la expresidenta. El poder es un tema complejo, el presidente lo tiene que construir. La figura de la vice sigue gravitando.
-¿No es trillado hablar de la teoría del doble comando?
Yo no hablo de eso, nunca utilicé esa palabra ni cuando Néstor Kirchner estaba fuera de la Casa Rosada. Hablo de construcción de poder. Nadie niega que en el peronismo la base de poder está más fuerte en la figura de la vicepresidenta. En Argentina, el poder más fuerte es el presidencial. Esto está en desarrollo y lo vamos a ver en la realidad.
-¿Vidal y Monzó podrán cerrar la grieta que zanjaron en la alianza?
Si no lo hacen, será una gran estupidez. Jamás debió existir, tendrían que haber primado los intereses políticos. Si tenés a un presidente de la Cámara de Diputados que durante cuatro años fue funcional, debería haber ocupado un cargo en la lista. Hoy, Monzó sería una figura importante en el Congreso. Analizo a la política con realismo. Yo no mando a alguien así al desierto.
-¿Cómo se construye la agenda en común con los diferentes actores de Juntos por el Cambio?
Con los gobernadores radicales y Larreta, con intendentes del país. Después, hay una parte de ese peronismo republicano que no acompañó al actual gobierno. Algunas definiciones sesgadas, o las que se toman en términos internacionales (…) hay que dar un debate serio todos los días para que después nadie se sorprenda.
-¿Qué puede sorprender a la gente?
Es mejor prevenir los temas e informar a la sociedad por donde debería ir el gobierno al hacer una oposición constructiva. Por ejemplo, en la última votación se apoyó la salida negociada con la deuda de la Argentina, tanto con el FMI como con bonistas. Lo peor que puede pasarle al país es el Default, aunque hay algunos emergentes en el FdT que les seduce esa idea.
-¿Y quiénes son los amantes del Default?
-No, no voy a personalizar. Pero creen que dejar de pagar puede implicar poner plata en el mercado interno, en planes, en valecitos de comida y con eso mejorar la realidad. El aislamiento nos lleva a un camino muy oscuro. Hay que salir del mundo bolivariano, hay que salir de la relación con Venezuela, Cuba y Nicaragua.
-¿Ve muy cercano a este gobierno a Venezuela?
Lo veo reconociendo a Maduro, son datos de la realidad. Hace poco, el canciller Felipe Solá dijo: “No estamos con Maduro”. Pero si no están con Maduro no hay que aceptarle la embajadora y reconocer al presidente Guaidó. Se puede ser de centro-izquierda, pero lo que no se puede ser es irracional ni hacer cosas que atenten contra el interés argentino. Si a vos no te conviene estar vinculado con Bolivia y Evo Morales, pero sí con Brasil, es importante que el presidente vaya a Brasil para consolidar un acuerdo, no que tenga la misma identidad de Bolsonaro.
-Trascendió la posibilidad de un encuentro entre Fernández y Bolsonaro
Bolsonaro está haciendo esfuerzos para encontrarse. Espero que el presidente argentino pueda acordar, quedarse en el Mercosur y vincularse con la parte que interesa.
-¿Por todo lo que plantea, lo ve perdido al presidente Fernández?
Veo que el gobierno está en stand by, a la espera de una resolución con los bonistas y el FMI. No hay un plan, se tomaron medidas de coyuntura, de ajuste sobre el sector pasivo y la clase media, que siempre paga. Tampoco hay que olvidar al campo con retenciones.
-¿No le parece belicosa la posición y apresurados los reclamos de las entidades rurales?
Se están defendiendo. Si el embate del gobierno llega hasta ahí, lo hacen en medida precautoria. La historia dice que el campo tuvo retenciones del 35, Macri se las bajó y con la crisis aumentó un poco. Lo que cree el campo es que algunos sectores del gobierno van de nuevo a una puja distributiva con ellos. Hay que analizar otras cosas también, que a nadie le gusta.
-¿Cómo cuáles?
En la provincia de Buenos Aires, el gobernador (Axel Kicillof) aumentó el inmobiliario rural un 65%. Te aumentan bienes personales, inmobiliarios, retenciones (…) son sectores muy sensibles cuando vos tenés un tipo de cambio oficial que no registra el cambio blue.
-Si de Kicillof habla, ¿Cree que su postura intransigente complicó al gobierno nacional en la negociación de la deuda?
Había que pagar, Lacunza dejó dinero. Decir que no ibas a pagar (…) no fue correcta la perorata radicalizada. Complicó a Guzmán en la negociación. La prensa está con la condescendencia de los 90 días, pero Guzmán habló de revisar los intereses del Club de París. Ese es un mensaje directo a la cabeza de Kicillof. Los analistas y politólogos argentinos siempre están ausentes, pero en el verano podés hacer cualquier cosa en el país.
-¿Es verdad que se está armando un partido para integrarlo a Juntos por el Cambio?
Estoy en eso. Voy a sumar a otras fuerzas. Y trataremos de conformar la cuarta pata en la coalición en la mesa de conducción.
-¿Intentará volver al Congreso?
No lo tengo definido. Si no es en el marco de una discusión y de debate de ideas, que mi voz pueda servir, no me interesa. Si hay principios para hablar, el escenario de la Ciudad o la provincia de Buenos Aires son claves.