Millonarias pérdidas de empleos en el mundo por el COVID-19
La Organización Internacional del Trabajo (OIT) advirtió que unas 1.500 millones de personas, casi la mitad de la fuerza laboral formal en el planeta, podrían perder sus trabajos debido a la crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia de coronavirus.
La OIT elevó sus proyecciones de pérdida de puestos de trabajo hasta el equivalente a 305 millones de empleos solo en el segundo trimestre de 2020.
Además, el tercer informe del organismo, que reúne a gobiernos, empresas y sindicatos, calculó que unos 232 millones de empresas de comercio mayorista y minorista, 111 millones del sector turístico, 51 millones de la rama hotelera y 42 millones de otros sectores, como el inmobiliario, están en serio peligro de cierre.
«Millones de empresas en el mundo están al borde del colapso, carecen de ahorros y de acceso al crédito. Éstos son los verdaderos rostros del mundo del trabajo y, si no se los ayuda ahora, sencillamente perecerán», alertó en un comunicado el director general de la OIT, Guy Ryder.
En paralelo a esta demoledora advertencia, el gobierno alemán anunció una previsión de caída del Producto Bruto Interno (PBI) de 6,3%, que significará la mayor recesión de su historia.
Sin embargo, las autoridades alemanas estimaron un «efecto rebote» en 2021 con una reactivación del orden del 5,2%, según la agencia EFE.
«Las consecuencias de la pandemia del coronavirus llevan a nuestra economía, tras diez años de crecimiento, hacia la recesión», explicó el ministro de Economía, Peter Altmaier, y agregó que para contrarrestar sus efectos se dispone de un «paraguas sin precedentes de más de un billón de euros».
En similares términos, el Departamento de Comercio de Estados Unidos anunció que la economía del país se contrajo a un ritmo anual de 4,8% en el primer trimestre de 2020 por el impacto negativo de la pandemia.
La cifra resultó ser más negativa que la que preveían los analistas, quienes habían pronosticado que sería de 4,1%.
Para el segundo trimestre de 2020 se espera un descenso aún mayor ya que el gasto de los consumidores, que representa casi dos tercios de la actividad de la economía estadounidense, se redujo 7,6%, lo que representa el mayor descenso desde 1980.
Estados Unidos, en una recesión que anticipa alcanzar niveles no observados desde la Depresión de 1930, registra ya un millón de contagios de coronavirus, casi 60.000 muertos, y más de 26 millones nuevos desempleados.
Preocupación por los migrantes
Por otra parte, y respecto de otro sector poblacional vastamente golpeado por la pandemia, la Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, señaló como «una fuente de preocupación» la situación de los migrantes en América Latina.
«Algunos de los vulnerables a la hora de afrontar esta crisis son aquellos que ya estaban en riesgo. La protección de los migrantes en Latinoamérica, por ejemplo, es una fuente de preocupación, con reportes de deportaciones, cierres de fronteras y restricciones legislativas», dijo Bachelet en un coloquio virtual organizado por el centro de pensamiento estadounidense Inter-American Dialogue.
La ex presidenta de Chile puso como ejemplo Guatemala, a donde miles de migrantes son retornados desde Estados Unidos sin medidas de protección ni controles sanitarios, a pesar de que algunos habían dado positivo por coronavirus antes de su vuelta, según afirmó.
También lamentó que en México ha crecido la estigmatización hacia los retornados, hasta el punto de que algunas comunidades han construido barricadas para evitar su paso.
«La pandemia está generando una ola de estigma y discriminación en todo el mundo contra ciertos grupos nacionales y étnicos, los sospechosos de tener la Covid-19 y también los trabajadores sanitarios», lamentó.
Bachelet señaló que la crisis representa también un gran riesgo para las mujeres y las niñas, no debido a una vulnerabilidad inherente, sino a la discriminación y desigualad ya existentes en las sociedades.
En este sentido, lamentó que desde que se empezaron a aplicar las medidas de confinamiento en América Latina, se ha reportado un aumento generalizado de casos de violencia de género, aunque en algunos países, como Perú, los servicios de asistencia a las mujeres afectadas fueron modificados.
Además, apuntó que en la región latinoamericana esta situación de mayor riesgo para las mujeres es especialmente evidente entre las que trabajan en el sector informal, trabajadoras domésticas, indígenas, discapacitadas, inmigrantes, infectadas de HIV y aquellas de distinta orientación sexual e identificación de género.