Advertencias sobre el teletrabajo: el debate que viene
(ADN). – El secretario adjunto nacional de ATE, Rodolfo Aguiar, advirtió que en el Congreso Nacional ingresaron varios proyectos para regular el teletrabajo y significó que “sería muy peligroso que algunos piensen darle continuidad a esta actividad más allá de la cuarentena» y agregó que esta modalidad “puede admitirse para que parte del recurso humano la utilice en medio de la emergencia sanitaria y social, pero no puede quedarse en el Estado una vez superada la pandemia”. En iguales términos se expidió SITRAJUR y es preocupación de otros gremios vinculados, principalmente a los trabajadores del Estado.
Tanto en el Senado como en la Cámara de Diputados se presentaron un total de 6 proyectos de teletrabajo, entre ellos una iniciativa de la senadora rionegrina del FdT, Silvina García Larraburu, que pondrá en debate al teletrabajo y su aplicación en los ámbitos oficiales, donde aún no se desarrolla mayoritariamente, salvo en algunas organismos.
Sin dudas es un debate que se impondrá en el mundo luego de la pandemia del coronavirus y en muchos países ya están analizando de qué manera podría implementarse, porque hasta el momento las advertencia de posibles riesgos de pérdida en el mercado laboral, superan a los beneficios.
El avance de la informática en las relaciones laborales, como se concibieron en el siglo pasado, hoy tienda a flexibilizarse y surje el teletrabajo como una modalidad laboral que, para sus impulsores, tiene beneficios económicos, sociales y ecológicos y que es adoptada en varios países.
La preocupación sindical está relacionada a la desocupación, incumplimiento del horario de trabajo, los accidentes laborales, la sobre carga laboral y la reducción de empleados por trabajadores independientes y generalmente monotributistas no sindicalizados.
Además, esta modalidad puede ser un instrumento de achicamiento del Estado, sin menoscabar sus funciones. A esto se deben sumar las distintas opciones digitales que se impulsan desde los organismos públicos para que mediante aplicaciones telefónicas se puedan realizar trámites on line con menos ocupación de empleados, ya que en el futuro se pueden delegar estas funciones a los centros de telemarket.
Este es un desafío a futuro y varios países se preparan para una nueva relación en el mundo laboral y también debe ser un tema de estudio en las organizaciones sindicales para dar respuesta a sus afiliados y patronales.
También es un desafío para las relaciones jurídicas para determinar si el teletrabajo configura una relación laboral, a la luz del derecho laboral, como sucede en la Unión Europea donde esta modalidad ha comenzado a institucionalizarse.
Hasta el momento el teletrabajo es una posibilidad que aún está en experimentación y demanda una definición para conocer si se encuadra dentro del derecho laboral. De ser así, merece ser regulado.