«Me imagino una provincia en pleno crecimiento»
(ADN).- «La pospandemia es la gran tarea» dice Arabela Carreras, y explica que su Gobierno comenzó a «pensar en la pospandemia ni bien comenzó la pandemia». La Gobernadora se explaya -en una entrevista con ADN- sobre las acciones que se desarrollarán para reactivar la economía, sin descuidar la salud de los rionegrinos. Evalúa que la nueva normalidad será a partir de septiembre y que ello implica una nueva etapa.
Arabela pondera el proceso de fortalecimiento que se dio en Juntos para afrontar la lucha contra el Covid. Justificó el proceso de desendeudamiento provincial en moneda extranjera, en el marco de una mirada nacional. «Nadie se salva solo», aseguró. Y aseguró que la actividad económica en Río Negro se mantuvo activa en un 70%.
La Gobernadora tiene una mirada optimista del futuro, y aseguró: «me imagino una provincia en pleno crecimiento».
-¿En medio de la pandemia hay lugar para pensar en la pospandemia?
La pospandemia es la gran tarea. Nosotros empezamos a pensar en la pospandemia ni bien comenzó la pandemia. Cada vez que hay un conflicto, siempre desde Estado, se piensa en cómo abordarlo y cómo salir. En el durante hay respuestas rápidas, coyunturales que van funcionando pero el problema es el después. Por eso venimos trabajando con un proyecto de reactivación económica, potenciando la producción y poniendo valor agregado.
-El conflicto es global… la solución también?
La acción local es determinante, eso va a producir la recuperación global. Veo la reactivación desde lo local a lo global. Esta semana presentamos ante Nación las potencialidades de Río Negro (el proyecto será conversado con los ministros de Desarrollo Económico, Matías Kulfas, y el de Agricultura, Ganadería y Pesca, Luis Basterra) con acciones puntuales concretas de corto plazo, y con los objetivos de mediano y largo plazo, con montos de inversión pública y privada. A eso le sumaremos el plan de reactivación turística.
-Aún falta un trecho para la reactivación total.
Agosto es el mes más duro, esperamos en septiembre tener otra mirada.
-¿Hasta septiembre estaremos en confinamiento por regiones?
Vamos a estar cuidándonos mucho. Hoy todavía tenemos más complicada a Roca y a veces a Bariloche, con más aparición de casos, pero están muy bien abordados desde las áreas de salud y otros ministerios que contribuyen con el cuidado territorial.
-¿Y cómo convive el cuidado de la salud con la actividad económica?
La combinación entre permitir que la actividad económica siga en marcha -fundamentalmente el comercio y la producción- y el cuidado fuerte de las salud de las personas nos va a permitir atravesar los meses más bravos del año y después, como en otros países del mundo, vendrá una nueva etapa.
-¿Pueden convivir el cuidado de la salud y la economía?
Nosotros elegimos un camino que tiene sus riesgos. Fue diferente que en otras provincias porque no cerramos la provincia ni la economía. El único factor que sufrió el cierre total es el turismo, pero esa fue una decisión nacional a la que adherimos, porque no podíamos seguir recibiendo turistas en plena pandemia. Pero el resto de la actividad no se detuvo y eso requirió de un esfuerzo enorme de nuestros ministerios, de las empresas y los trabajadores, para seguir los protocolos.
-¿Qué actividad se mantuvo abierta?
Mantuvimos activa la obra pública y toda la actividad de producción primaria y la industrialización (el valor agregado) de esa producción. En el Valle Medio, por ejemplo, en pleno cordón sanitario ingresaban y salían camiones bajo estrictos protocolos sanitarios. Hubo un control silencioso pero muy efectivo que permitió no detener la producción y, a la vez, se lograron frenar los contagios del virus en esa región.
-¿Entiende los cuestionamientos a las estrategias? Porque los hubo.
Las decisiones tienen sus cuestionamientos. Hoy están quienes quieren mantener la cuarentena a rajatabla, quienes no creen en la cuarentena y los que ni siquiera creen en el virus. En ese contexto nosotros elegimos un camino intermedio. Entendemos que la pandemia hay que atravesarla y mantuvimos el criterio que lo importante es que nuestro sistema de salud no se vea desbordado. Entonces, fuimos administrando el cierre y la apertura en función del crecimiento de los casos de Covid y la respuesta del sistema de salud. En este período, el sistema pudo resistir y no se puso en riesgo su capacidad y la economía se mantuvo en marcha, ya que más del 70% de la actividad económica de la provincia siguió trabajando.
-Pero, ¿hubo una afectación económica?
Claro. Hay una fuerte depresión económica y una retracción en el país y el mundo y eso afecta al comercio, por ejemplo. Pero eso no significa que la mayor parte del comercio no funcionó. Lo que sí vemos muy afectado es el sector cordillerano, porque el comercio en ésta época y la envergadura de la infraestructura en la región no es para el turismo local, es para los 600 mil turistas que no van a ingresar este invierno.
-¿Y cómo se administra la tensión política?
Con mucho diálogo y mucha capacidad de comprensión del momento de todos los actores. Encuentro a veces cierto enojo e impotencia, por supuesto, pero mucho entendimiento de lo que está pasando y cuáles son los límites del accionar de un Estado provincial o de un Estado municipal. El sector económico o el productivo demandan al Estado diferentes cuestiones y nosotros vemos todo el tiempo como adaptar nuestras decisiones a las demandas, para mantener vivo el sector. Porque acá no se trata de favorecer simplemente los negocios de algún sector, sino de la supervivencia de algún sector. Y para el Estado y el proyecto político es determinante que se mantengan resistiendo en esta dura etapa, porque son claves para la reactivación. Si de acá a dos meses, el sector económico, productivo, empresarial no tiene capacidad de reactivarse, vamos a estar en problemas.
-¿Después de septiembre hay una nueva etapa?
Sí hay una nueva etapa porque esta crisis es muy profunda. En la reactivación tienen que ocurrir una serie de cosas distintas porque nunca vivimos una realidad como ésta, por lo tanto, más allá del diseño que podamos ir elaborando, también va a haber un día a día muy fuerte. Esta pandemia nos ha puesto a evaluar día a día todas las variables para tomar decisiones, más allá de la planificación.
-La famosa nueva normalidad.
Sí. Tenemos que poder recuperar la presencia física en todos los rincones de la provincia. De esta etapa, eso, es lo que más me ha costado, no poder recorrerla como hacíamos antes, aunque sí he salido y he estado en las ciudades, y lo volveré a hacer a partir de la firma de los convenios con los intendentes por el crédito financiero. Lo voy a hacer en el territorio para evitar que ellos vengan hacia la capital, lo que me va a a permitir recuperar el ritmo del recorrido.
-Eso en la institucional… y en lo político?
En lo político vamos a darle continuidad a nuestra fuerza del mismo modo que la venimos construyendo y cimentando. Creo que estas grandes crisis la fortalece. Nosotros estamos en esta lucha fortalecidos como espacio político. Con Alberto Weretilneck, con los ministros, el bloque de legisladores, con los intendentes e intendentas de Juntos nos hemos apoyado mucho, nos hemos consultado, nos hemos escuchado y esto nos da una fortaleza.
-¿Llega en un buen momento la renegociación de la deuda?
Superamos exitosamente la renegociación de la deuda en pesos. Ahora estamos en una etapa donde nos encontramos en la disyuntiva de tener una resolución rápida e individual como provincia, o promover una mirada nacional y de conjunto. Nosotros abonamos la idea que nadie se salvo solo y que a Río Negro no le va a ir bien si al país no le va bien, por eso optamos por el segundo criterio. Entendemos que no podemos desfavorecer la negociación que lleva adelante el Ministerio de Economía de la Nación, así que no cerramos un acuerdo pero mantenemos el diálogo con nuestros acreedores, y la voluntad de pago de Río Negro está clara. Pero decidimos no separarnos de la estrategia nacional.
-¿Qué provincia se imagina hacia adelante?
La que soñamos con Alberto cuando creamos Juntos Somos Río Negro. La nuestra es una provincia extraordinariamente rica, y una provincia ordenada más allá que la pandemia, nos ha puesto ciertos aprietos como a todas, pero me imagino una provincia en pleno crecimiento. Y estamos trabajando para eso, aprovechando las ventajas estratégicas: somos la puerta de la Patagonia, tenemos una variedad de climas y realidades de capacidad productiva, mar, valles, estepa y cordillera, y estamos entendiendo -a partir de este concepto de integración provincial- cuán importante es tener diversificada nuestra actividad económica. Nuestra provincia tiene un crecimiento constante y parejo, no depende de una sola variable o monoproducción, lo que nos permite tener una visión optimista de lo que viene.