«Es la hora que los más afortunados cooperen»
(ADN).- «Es la hora que los más afortunados cooperen, y que ello permita reducir las desigualdades viejas y nuevas». De esta manera, la diputada nacional Graciela Landriscini (FdT) valoró el proyecto del impuesto a las grandes fortunas que será tratado el próximo martes en la Cámara Baja del Congreso de la Nación.
En ese sentido, manifestó que hoy Argentina viene enfrentando como el mundo una situación inédita en el último siglo, la cual demanda de medidas de política económica y social excepcionales, dentro de los marcos de la Constitución y los procedimientos de la democracia, que convocan al Congreso Nacional vía la expresión de los representantes de la ciudadanía del todo el territorio nacional y de todas las fuerzas políticas, y respetando los criterios políticos de mayorías y minorías.
“Argentina enfrenta dos guerras al mismo tiempo, la lucha contra un virus en situación de pandemia, con la necesidad de atender las prioridades nacionales de salud y bienestar, y el endeudamiento externo que no sirvió para el crecimiento ni el desarrollo económico y social con empleo y bienestar, sino para la fuga de divisas, el vaciamiento del ahorro nacional y el enriquecimiento de sectores financieros. Ello ha configurado un escenario de excepcionalidad propio de los ciclos de guerra”, subrayó.
La legisladora nacional remarcó que, «lograda a través de duras negociaciones la postergación de pagos a bonistas y la reducción de los montos de intereses se abre un horizonte más promisorio para impulsar la economía. Pero el postergar pagos no significa contar con fondos para reactivar la economía. En estas circunstancias, el Estado posee las atribuciones que le otorga el Art. 4 de la Constitución Nacional de obtener recursos tributarios extraordinarios con la premisa de la equidad y la proporcionalidad como criterio rector. Del mismo modo, gestiona postergar los pagos al FMI por préstamos que son los más grandes de la historia del organismo. Por ello, la hora lo amerita y se impulsa aplicar una contribución extraordinaria a las grandes fortunas a fin de obtener los recursos necesarios para enfrentar la emergencia, proteger a la población, redistribuir y reasignar fondos públicos según prioridades sociales, económicas y ambientales y cumplir en plazos y condiciones posibles con los pagos por deuda».
«El proyecto oficial que cuenta con dictamen favorable emitido por mayoría en la Comisión de Presupuesto y Hacienda de la Cámara de Diputados, define que se han de destinar al sistema sanitario público, a becas para la educación de jóvenes y adolescentes, a las empresas micro y pequeñas, a planes de urbanización de barrios populares, y a la producción y el abastecimiento de gas para el mercado interno. Los cálculos de la contribución estimados en 300 mil millones de pesos, han de permitir saldar parcialmente la deuda social acumulada y reactivar la economía con la fuerza política que emane de acuerdos intersectoriales e intergubernamentales. Al no poder contraer nuevas deudas, el Estado habrá de librar con recursos genuinos la batalla por el control de la pandemia, la reactivación económica, y la reducción de la desigualdad. La opción nacional es pagar deudas en plazos, niveles y modos sostenibles, y captar los fondos imprescindibles para poner en marcha la recuperación económica, y avanzar en construir mayor igualdad en la dotación de infraestructura social y sanitaria básica, en el acceso a las vacunas, y a oportunidades. Ello es consistente con lo que recomiendan los organismos internacionales de crédito».
Landriscini señaló que “la transición a la pos pandemia es un desafío inédito y monumental mundial y nacional. En el país, algunas luces generan destellos en las tinieblas. Esa luminosidad la marca el empeño de los trabajadores y trabajadoras de salud por salvar vidas, y la tarea comprometida de los movimientos sociales que organizan y cooperan en comedores, merenderos y en la asistencia social y sanitaria en los barrios populares, que concentran un número cercano a los 5 millones de argentinos y argentinas, y en los que los niños y niñas son los más vulnerables, en especial en hogares monoparentales. La economía debe recuperarse y es importante, pero la salud está primero porque de ella depende la vida individual y colectiva. Hoy sigue viva la esperanza de que todos somos hermanos, y de que la fraternidad es un valor fundamental. Ello hará posible avanzar hacia un país más justo».
Por ello, la diputada manifestó su homenaje a Ramona Medina, referente de la Villa 31 de la CABA, y en ella a tantos hombres y mujeres que sufren carencias múltiples, con las palabras que Ramona expresó días antes de contraer el virus que le provocó la muerte: “Nos están diciendo lávense las manos todo el tiempo, ¡y yo me pregunto: con qué lo hacemos?!, ¡si no tenemos agua! No tenemos lo más básico que necesitamos para higienizarnos”.
«La solidaridad primero, es la hora que los más afortunados cooperen, y que ello permita reducir las desigualdades viejas y nuevas», concluyó.