Octubre podría llegar sin PASO previo. ADN
La política encontró en la pandemia la excusa para poner en debate las PASO. El gobernador de San Juan, el peronista Sergio Uñac, nacionalizó el debate y generó una catarata de gobernadores, entre ellos Arabela Carreras, en favor de suspenderlas. Por ahora, el gobierno nacional asegura que el calendario electoral 2021 sigue como está y eso incluye las Primarias, pero avisó que cualquier modificación depende del Congreso. Y en seguida, diputados y senadores plantearon su revisión.
A la Casa Rosada no le modifica el escenario. El Frente de Todos -en tanto oficialismo- cerrará en la mesa chica las listas por lo que puede prescindir de las internas abiertas. Pero a Cambiemos le complica el armado. La oposición atraviesa un debate interno por el poder y el macrismo duro (con el ex presidente y Patricia Bullrich a la cabeza) espera definir sus tensiones con el sector que encabezan Rodríguez Larreta y Vidal en las urnas.
En Río Negro el debate está instalado. Alberto Weretilneck ratificó su histórica postura y el Covid cimentó su posición: no es momento, hay que evitar la aglomeración de gente y el gasto innecesario. Además -aduce- es una herramienta que dejó de tener sentido porque casi ningún partido las utiliza. Ergo, las PASO se transforman en una encuesta cara. El senador advirtió que si hubiera un proyecto para suspender las primarias o eliminarlas, lo apoyaría.
En ese sentido fue Silvina García Larraburu. La senadora tiene un proyecto en la Cámara Baja para eliminarlas. Y el bloque de legisladores de Juntos Somos Río Negro, confeccionó un proyecto de comunicación que ingresó al Parlamento provincial, pidiendo al gobierno nacional que envíe al Congreso una iniciativa para suspender la aplicación de la ley que creó las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias.
Comienza a generarse una corriente de opinión, pero el debate más que ideológico o de técnica electoral, es político.
Juntos surge como uno de los beneficiados en la suspensión de las PASO. No es casual que Weretilneck, Carreras y Facundo López promuevan el aplazo de las primarias. En principio porque el oficialismo no tendrá internas, y porque la experiencia de 2017 no fue satisfactoria. Las Primarias de ese año desnudaron la debilidad del discurso provincialista en una elección nacionalizada. Qué cambia ahora? Que la estrategia está en anular -aprovechando la debilidad- a Cambiemos y meterse en la puja por las dos bancas en juego.
Además, sin internas, los sectores desplazados de la alianza macrista (en especial del radicalismo) serían contenidos por JSRN. Incluso, la lista podría tener un guiño a los boinas blancas y dejar sin uno de los sustentos más importantes a Cambiemos. Para colmo, se intensifica el debate en la UCR y hay cada vez más críticas a la presidencia de Lorena Matzen.
La diputada pretende seguir en el Congreso, pero el PRO pide pista para encabezar la lista del año próximo. Habiendo solo dos bancas en juego, liderar la boleta es la única garantía de aspirar a un escaño. Si el partido del ex presidente Macri se impone en ese debate, el radicalismo quedará relegado en la coalición y perderá la representación nacional que hoy ostenta.
Es por ello que Juntos pretende sostener su base electoral y aumentar su caudal a partir de los dislates cambiemistas. Sabe que no puede ir a buscar (muchos) votos al electorado del FdT.
¿Cuál es el pensamiento? El Frente podría rondar el 40% -como en las PASO de 2017- y queda un buen porcentaje para repartir. Si la estrategia da en la tecla y los candidatos son los correctos, pueden superar a Cambiemos. En aquella votación entre el macrismo y Juntos hubo poco más de un punto de diferencia (19,45% contra 18,48%). Luego el oficialismo bajó la candidatura de Fabián Gatti y entre Lorena Matzen y María Emilia Soria se repartieron los votos, con la particularidad que la roquense subió el 10%.
Ahora esa diáspora no ocurrirá.
Pescar en la pecera de Cambiemos es el objetivo, y eliminar la PASO alentaría el voto útil.
Por ahora no hay, salvo la expresión de Larraburu, una postura en el FdT. En ese espacio surgen varias alternativas y todas expresan a los diversos sectores que lo componen. Si las Primarias se suspenden, no serán las urnas el método de resolución de las tensiones internas. Así, el Frente deberá apelar al dedo de la Rosada, un mecanismo lógico pero que puede dejar varios heridos.
Todavía en off, algunos dirigentes expresan que lo ideal es que las PASO no se suspendan porque aún no se pudo encauzar un liderazgo claro que puede definir en una suerte de «compactadora», y la lista que solo tendrá dos candidatos (y dos suplentes). Poco espacio para tantas aspiraciones.
Para colmo resurgió el massismo, que puja por un espacio. Hoy, la referencia más clara es la del senador Martín Doñate. Ese sector, identificado con Cristina Fernández de Kirchner, buscará tallar en la confección de las candidaturas. Pero el PJ más clásico, enrolado en el sorismo, querrá que el reemplazo de la ahora intendenta de Roca sea del sector. Y el partido del presidente Alberto Fernández, que paradójicamente tiene en Río Negro a Magdalena Odarda como referente, tendrá opinión.
Muchas voces y aspiraciones. Y la mayoría corren -por ahora- por carriles separados. Incluso algunos, parecen irreconciliables.