Río Negro se encamina a regularizar el cannabis medicinal
(ADN).- La comisión de Asuntos Sociales debatió hoy tres proyectos de ley relacionados con el uso medicinal del cannabis en Río Negro. En el debate, obtuvo dictamen favorable la iniciativa del oficialismo, que establece el marco regulatorio para la investigación científica y el uso de la planta y sus derivados.
Según el proyecto, para la entrega de productos que contengan cannabinoides, los pacientes deberán contar con prescripción médica y estar incluidos en un registro que creará el Ministerio de Salud. El aceite de cannabis y derivados aprobados por el ANMAT, deberán ser incorporados al Vademécum del Ministerio de Salud de la provincia y al del IPROSS como tratamiento de todas las patologías que se incorporen a partir del programa nacional.
Lucas Pica (JSRN), coautor del proyecto junto a Facundo López y Graciela Valdebenito, explicó los alcances de la iniciativa: «con este proyecto comenzamos a saldar deudas, con una mirada de futuro. Estamos en la antesala de un verdadero cambio de paradigma en nuestro país, y Río Negro tiene que irse preparando para este cambio”.
El legislador reconoció el trabajo de su par, Nicolás Rochás (FdT), y de las asociaciones que «lucharon para que el tema esté en la agenda» de la Legislatura rionegrina y del Congreso nacional.
“Nuestra propuesta tiene que ver con otorgar un rol central y crucial a nuestro laboratorio provincial (PROFARSE), para que en un futuro mediato esté facultado para fabricar el aceite o los derivados del cannabis, pero también para que realice los controles de calidad que exige el ANMAT”, señaló Pica.
En la reunión participó la titular del PROFARSE, Marne Livigni, quien habló de la importancia de que los medicamentos lleguen a todos por igual con calidad, y ahí es donde interviene el laboratorio público, como parte de las políticas públicas de Salud, para que todos aquellos que necesiten administrar derivados del cannabis, puedan saber qué concentración están tomando, qué proporción, qué estabilidad tiene ese medicamento; y no solamente por el paciente, sino también por el médico que lo va a administrar.
También participó la directora de Salud Mental, Comunitaria y Adicciones de Río Negro, Elizabeth Bugliolo. Hizo una observación con relación a la concientización sobre el uso responsable del cannabis, sus efectos sobre la salud humana cuando no es usada con fines paliativos o terapéuticos bajo estricto control médico, previniendo así el consumo problemático y las adicciones. Propuso incorporar la forma de prevención inespecífica, que busca sacar de foco a la sustancia (los daños que provoca, los riesgos) y focalizar en los sujetos, que son sujetos de derecho que deben ser atendidos.
Además, Bugliolo destacó la importancia de que se esté tratando este marco regulatorio, para continuar avanzando en otros proyectos que puedan ser útiles para todas aquellas personas que están reclamando el uso medicinal del cannabis.
Por su parte, Rochás destacó la labor de distintas asociaciones y reconoció el rol de las familias que “han expuesto su libertad en la búsqueda no solamente de una medicina a nivel personal, sino de la construcción de un derecho colectivo”. Y pidió por la regulación del autocultivo, “una cuestión que no es menor, es el eje sobre el cual se gestó toda esta lucha de tantas madres, de tantas familias, que lo que quieren es poder hacerse de su medicina de un modo legal, transparente, con tranqnquilidad, sin transitar ni vivir la angustia de sufrir y padecer un allanamiento”.
Otros dos proyectos relacionados fueron analizados, uno para constituir la sociedad del Estado “Cannabis Rionegrina Sociedad del Estado”, y otro que propone una ley de autoabastecimiento con fines terapéuticos, presentado por Facundo Montecino Odarda.
La Comisión decidió que continúen siendo trabajados en ése ámbito.