Una convocatoria para distender el conflicto. ADN
El conflicto con los hospitalarios se extendió más de lo previsto y el Gobierno llamó a una amplia mesa de diálogo que tendrá como marco la confección de un apartado específico para el sector de salud dentro del Convenio Colectivo de Trabajo para los estatales. Así, busca darle un cierre a las protestas que se producen desde hace unos meses en los nosocomios públicos y que encabezan técnicos y profesionales.
Antes de convocar el encuentro (será el martes) hubo contactos para garantizar la presencia de todos los sectores, especialmente los médicos, que se volvieron el miércoles, de Cipolletti, molestos por la cancelación de una reunión con representantes del Gobierno. Ése día, la gobernadora Arabela Carreras se encontraba en Buenos Aires firmando un convenio con Nación y gestionado obras para la provincia. Iban a ser recibidos por el Ministro de Salud y el Secretario de Trabajo, pero a último momento, el titular del área laboral decidió suspender el encuentro.
Stopiello tuvo un motivo: autoconvocados y ATE se movilizaron y evaluó que la situación era inconveniente porque podía generar tensiones innecesarias. Quizás, el aviso debió ser con tiempo.
Los conducidos por Rodrigo Vicente pusieron el grito en el cielo cuando se enteraron que el Gobierno podía definir un aumento sólo para los hospitalarios. También porque podían reconocer a la FESPROSA como gremio en el ámbito de salud. Pero el ministro de Gobierno, Rodrigo Buteler, aseguró que si hubiese alguna posibilidad de incrementos no habría discriminaciones y ese beneficio alcanzaría a todos los trabajadores esenciales.
El jueves se reanimaron las protestas y ATE tendió un puente: propuso que haya un encuentro con todos los sectores. Eso incluía no solo a ese sindicato, sino también a UPCN y los autoconvocados, técnicos y profesionales.
El Gobierno llamó y es posible que la reunión esté encabezada por la Gobernadora.
La pandemia del Covid produjo una tarea incesante de los trabajadores que, pese a los beneficios que las administraciones nacional y provincial fueron otorgando, reclaman una recomposición salarial, condiciones laborales dignas y una ley de insalubridad. Lo hacen a través de las asociaciones y el movimiento de autoconvocados que surgió en estos tiempos, que no tienen -ni encuentran- representación en los gremios ATE y UPCN.
La protesta tomó vigor después del aumento otorgado (22,5%) que, para los técnicos y profesionales resultó insuficiente (piden el 50), a pesar de haber sido uno de los incrementos más altos del país este año. La recomposición, que no estaba prevista por la crisis económica que provocó la pandemia, surgió a partir de las protestas policiales -que comenzaron en la provincia de Buenos Aires- y a ese aumento siguieron los de los estatales.
Más allá del sueldo, los trabajadores hospitalarios pretenden un tratamiento diferenciado al de los escalafones 1844 y 1904, que se tratará en un apartado especial en el Convenio Colectivo. Ése sería el inicio de un camino hacia el acuerdo porque, una vez instaurado, modificaría la distribución salarial actual.
En la reunión del martes también podría abordarse la posibilidad de confeccionar un proyecto de ley de insalubridad, que contemple las condiciones laborales ya que los trabajadores están expuestos en los hospitales a otro tipo de riesgos (más aún desde que se declaró la pandemia) que el resto de los empleados.
La tensión de los últimos días provocó la renuncia del director del hospital de Viedma, José Rovasio, y trascendió que podría haber otras, incluso de jefes de área. Pero el nuevo llamado al diálogo (trabajado por Stopiello, Fabián Zgaib y la propia Carreras), distendió el clima.
El martes, en Viedma, se reunirá el Gobierno con ATE, UPCN y los sectores que representan a los hospitalarios.