Pandemia y fútbol: cómo encara Sol el torneo Federal A?
(ADN).- Si costó armar un campeonato de primera división en el fútbol argentino, la tarea fue titánica en el interior. Sin el manejo de fondos ni infraestructura adecuada para encarar un torneo en medio de una pandemia, los equipos de las categorías inferiores recurrieron a lo que tenían a mano para jugar por la ilusión del ascenso.
Este año, el Federal A es reducido, habrá solo dos plazas a la B Nacional y Sol de Mayo no resigna su objetivo deportivo. Sin embargo, la compleja situación sanitaria y la crisis económica generada por la pandemia, puso en dificultades a muchos clubes que requieren, no solo del armado de un plantel, sino el cuidado (la famosa burbuja) de los jugadores, los traslados y el equipamiento.
«Sin apoyo estatal, Sol no hubiese podido competir» reconoce Adán Valdebenito, técnico y presidente del club Sol de Mayo de Viedma, quien también remarcó el acompañamiento del sector privado para poder afrontar el campeonato. En la misma situación está el club Cipolletti, que comparte zona con Sol, Otamendi de Mar del Plata y Juventud Unidad de San Luis.
Valdebenito indicó que en «este año atípico por la pandemia, se ha realizado un esfuerzo enorme» para poder competir. El DT evaluó que el fútbol no es ajeno a la realidad mundial, pero explicó que hay realidades diferentes para afrontar este momento.
Este año, el Federal A es un torneo reducido, hay solo dos ascensos, y finaliza el 2 de enero. Eso simplifica el camino porque son tres partidos de visitante y tres de local. De todos modos, Sol de Mayo -que viajó a Mar del Plata- tiene que trasladarse a Cipolletti y San Luis.
El desafío era armar un equipo competitivo. «Esto (el Covid) afectó todas las economías, pero se ha realizado un esfuerzo para poder competir», indicó Valdebenito a esta agencia. y dijo que el beneficio de Sol de Mayo es «tener una base grande de jugadores locales, lo que facilita mucho el armado de un plantel». Y aclaró: «plantel no es lo mismo que equipo». Clarísimo. El tiempo de entrenamientos es reducido e implica muchas medidas de prevención sanitarias.
Además, los planteles son cortos por lo que un caso de coronavirus, o -peor- un contagio extendido, puede dejar fuera de competencia a los clubes del interior de las categorías inferiores, que tienen menos recursos.
Así y todo, la esperanza está en marcha.