¿Hasta adonde se estira el plan de lucha docente?
(ADN). – La UnTER sorprendió con el anuncio del paro de 48 horas, a poco de iniciarse las clases. La sorpresa no está dada en que no pueda tomar medidas de fuerza -es un derecho sindical- sino en el contexto en que se tomó, ya que de acuerdo con el desarrollo de las conversaciones entre el gobierno y el gremio no hacía prever -mas allá de desacuerdos en varios temas- una medida que afectara el comienzo del lectivo 2021 en Río Negro, más cuando a nivel nacional CTERA, organización madre docente donde está encuadrada UnTER había llegado un acuerdo con Nación con un porcentaje menor de aumento salarial y Los docentes bonaerenses aceptaron un aumento propuesto por Kicillof del 32% a septiembre y el salario de maestro de grado inicial será de 48.504 pesos para ese mes.
La pregunta es ¿Cómo sigue este conflicto en la provincia? ¿Qué pasará el viernes, se inician las clases? o el gremio estima que mañana el Gobierno hará una nueva convocatoria con una propuesta de más aumento. Una posibilidad que parece lejana.
El paro docente previo al inicio de clases, no es una novedad y puede analizarse como una herramienta legítima de presión ante la patronal, que a su vez se ve interpelada por los padres de los alumnos.
El contexto de hoy es distinto. El reinicio de clases en el marco de la pandemia en un año donde el dictado de clases, al menos fue muy particular, se da en un debate donde sectores opositores encontraron en este tema una punta de lanza para cuestionar en la Nación y la Provincia, como lo es el Covid y la vacunación.
Por otra parte también hay una presión de los padres que piden que sus hijos vuelvan a clase, en primer término -se entiende- por un tema educativo, en segundo lugar para aliviar la carga familiar de «hacer los deberes» y luego porque no hay en todos los hogares la infraestructura tecnológica para las clases remotas.
El otro aspecto fue el requerimiento sindical de contar los edificios adecuados y medidas sanitarias para protección de alumnos y docentes.
No escapa a este análisis una cuestión referida a la correlación de fuerzas dentro de la UnTER. Las delegaciones de Cipolletti y Bariloche son las más intransigentes que dominan el voto contrario y prevaleció en la conducción mantener la unidad.