Hoy son los alegatos en el juicio político a Fontela
(Adrián Moreno*). Hoy son los alegatos en el juicio que se sigue a la jueza de El Bolsón, Érika Fontela, donde surgió un hecho insólito que alerta sobre el mal procedimiento en las actuaciones que intentaban conocer sobre el ambiente laboral y, en consecuencia, si se dieron casos de maltrato.
María de los Ángeles Izcurdia, profesora regular adjunta de la cátedra de Psicología Jurídica (Facultad de Psicología, Universidad de Buenos Aires) y codirectora de la Carrera de Especialización en Intervenciones Transdisciplinarias en Violencia Familiar y de Género, del área de posgrado de la misma casa de altos estudios, dejó en evidencia, en su declaración, que el método utilizado para analizar el estado del Juzgado 11 de El Bolsón, no es el homologado en Argentina, entre otras cuestiones que sorprendieron.
Izcurdia es coautora de varios libros destinados a la psicología en el ámbito judicial y publicaciones científicas, entre ellas: Clima laboral en el poder judicial y su incidencia en la salud mental de los profesionales que allí se desempeñan y trabajos destinados a cuestiones sociales y que han sido utilizado para la generación de políticas desde los ámbitos públicos, como un estudio sobre los adolescentes en conflicto con la ley penal.
La profesional, participó de la tercera jornada de presentación de cargos que se realizó entre el 23 y el 25 de febrero pasados. Se trata, probablemente, de una de las especialistas más consultadas en el país y una de los tres referentes mundiales en materia de psicología judicial, gracias a sus trabajos de investigación y publicaciones individuales o colectivas.
Izcurdia, dejó muy mal parado al Poder Judicial cuando se evidenció que el “test” utilizado para sondear el clima laboral en el Juzgado de El Bolsón, no fue el que se usa en el país, incluso, algo que profesionalmente podría ser aún más grave, al sistema usado se le agregaron preguntas de otro test sin una causa lógica y en forma arbitraria.
También, dejó mal parado al Procurador, Jorge Crespo, quien intentó defender su acusación, pero, no pudo avanzar ya que quedó demostrado, de acuerdo a los propios registros del poder Judicial, que el test utilizado no es el que está validado en Argentina y el que se usó tuvo componentes de preguntas adosadas arbitrariamente. Sin embargo, el hecho más grave y que podría tratarse de una falta seria para el sistema judicial, ya que podría violar derechos humanos fundamentales, es que a la jueza Érika Fontela la diagnosticaron sin verla, lo que además de la irregularidad profesional, resulta casi irrisorio cómo un organismo de tal magnitud (Poder Judicial), llegó a cometer semejante error. En ese sentido, la especialista dejó entrever que de la descripción del informe no surgen los pasos necesarios para llevar adelante una evaluación acerca del clima laboral.
Días atrás, el abogado de Fontela dijo públicamente que “es la primera vez” que ve “con toda crudeza, que hay una decisión política para echar a una jueza incorruptible». Si bien este revés pericial no comprueba lo que asegura el letrado Rodolfo Rodrigo, sí, se suma a otros reveses y testimonios que ponen al Poder Judicial en off side, dando vuelta lo que aparentemente era un caso cerrado y resuelto y evidenciando “el abandono total que se hizo del juzgado 11”, que es lo que “se intenta ocultar”, de acuerdo a lo declarado por la Asociación Madres del Dolor, el Grupo de Familiares de Víctimas y referentes sociales de El Bolsón.
La doctora en psicología social María de los Ángeles Izcurdia, participó vía ZOOM, como la mayoría de los más de ochenta (80) testigos que expusieron durante las tres jornadas de presentación de cargos, celebradas los pasados 23, 24 y 25 de febrero. También, apropósito de los testigos, vale recordar que la magistrada (Erika Fontela) presentó 71 y el procurador Jorge Crespo, apenas 10.
También, se debe tener en cuenta que de las tres denuncias que se le hicieron a la Jueza, dos cayeron, dado que fueron desacreditadas y la tercera podría caer, puesto que el único testigo del hecho denunciado, fue imputado por falso testimonio.
La doctora Izcurdia participó de la tercera jornada y, tras sus declaraciones y los cruces entre los propios empleados del juzgado que “se contradijeron o mintieron”, según entiende la defensa, podrían caer también las acusaciones sobre maltrato laboral.
*Periodista.El Bolsón