“El acuerdo con UPCN es un punto de partida”
(ADN). – “Las perdidas hay que venderlas como empatadas y las empatadas como triunfos…esto me lo enseñó un viejo dirigente sindical”, explicó Rodolfo Aguiar en una larga conversación con ADN al referirse al crecimiento de ATE en Río Negro estos últimos años, desde que asumió la titularidad del sindicato en el 2011”. Destacó que «el acuerdo con UPCN es un punto de partida», luego de decenas de años sin relaciones y que el «tiempo será testigo».
“Un buen sindicalista es quién reconoce por dónde pasa la política y dónde está el poder”, respondió con una sonrisa ante una pregunta de este medio, y reiteró que será candidato a diputado nacional por Unidad Popular.
“Nadie crea un partido político para quedarse en su casa”, dijo y señaló que el sindicalismo solo “no alcanza para cambiarle la vida a gente, para eso está la política”. Destacó que tiene confianza en que Unidad Popular obtenga el tercer lugar ganándole a JxC.
Locuaz, extrovertido y acentuando –con exageración- cada idea, este dirigente que hoy cumple 50 años, nacido en Ingeniero Huergo, se convirtió en un referente en las relaciones laborales de los empleados estatales y con diálogo directo con el gobierno, una relación iniciada con el ex gobernador Alberto Weretilneck, “donde nos dijimos muchas cosas muy duras” recuerda y agrega “tuve 55 causas judiciales y estuvimos presos nueve días con Aldo Capretti”. Y todo terminó “en importantes acuerdos para la gobernabilidad de la provincia”. La perseverancia fue un valor cotizado.
“Veo una gobernadora que se afirma en su rol y en su gestión”, dijo el titular de ATE a esta Agencia y señaló que muchas opiniones sobre Arabela Carreras, “no han sido justas, “ porque es un momento distinto el que transcurrimos por la pandemia y agregó que “hay un mundo nuevo que desafía a la dirigencia política y sindical y hasta aquí logró mantener un sano equilibrio” y en ese sentido puntualizó que ATE hace un aporte importante para la paz social.
Aguiar ingresó como empleado del PAMI, en General Roca, en 1999 y a los dos años fue elegido delegado sindical de ATE, y su hijo Romeo hoy sigue iguales pasos. Reconoce que adquirió mucha experiencia como delegado paritario nacional del gremio en las reuniones de discusiones salariales con el Ministerio de Trabajo de la Nación.
“Momento histórico”
El dirigente gremial definió como un momento histórico que la UPCN y ATE suscribieran un documento en 1 de Mayo, Día de los Trabajadores, y calificó al hecho como “un punto de partida, de un modelo sindical distinto, y un intento de dos dirigentes con bastante experiencia” y señaló que “el tiempo será testigo como va a evolucionar”.
Esta conjunción, en donde además hay que sumar el levantamiento de la carpa de UPCN, frente a la Casa de Gobierno, se originó un tiempo antrás donde Aguiar toma la iniciativa de juntarse con Juan Carlos Scalesi, y con los abogados de ambos gremios en la tarea de acercamiento hace más de un mes.
Finalmente el pasado miércoles 21, la reunión se llevó a cabo en un estudio jurídico de Viedma, primero una hora a solas y luego, otra hora con los abogados.
“Nos habíamos visto las caras una sola vez”, recuerda Aguiar y fue “en la Casa de Gobierno, luego de la muerte del ex gobernador Carlos Soria, cuando Alberto Weretilneck convocó a los gremios para tratar la ley de Prescindibilidad”.
Definió el encuentro con Scalesi como “muy bueno”, porque “era importante en estos momentos de la pandemia dar una señal de unidad”.
Aguiar se siente protagonista de un momento donde ve con esperanza sumar beneficios para los trabajadores y estima que se podría convocar en breve a una reunión de la función pública, porque quedan temas a tratar como el ítem de indumentaria del 30% que todavía no se liquidó; los adicionales jerárquicos y la recategorización de los profesionales.
Golpear y negociar
Golpear y negociar, ha sido una vieja estrategia del sindicalismo argentino que siempre tuvo olfato para detectar donde se ubica el poder, que no siempre está en la formalidad de los estamentos gubernamentales.
Rodolfo Aguiar maneja los tiempos. Reconoce que los años en las calles y las rutas tuvieron éxitos. Señala a Lucas Pica ex secretario de Trabajo de Weretilneck, como el dirigente que decidió arriesgar y trabajó para juntar a ATE con el al gobernador.
“En esos tiempos había desconfianza. Weretilneck decía que no confiaba en ATE, y hubo un secreto en esa relación que fue cuando los acuerdos que se dieron los cumplimos y fuimos por demás confiables”, señaló Aguiar.
Describió el crecimiento de ATE, con dos picos de expansión. “En febrero del 2012 hicimos una reunión en los Altos de Bariloche en un local del sindicato de taxistas y teníamos 3036 afiliados, pero largamos el slogan: somos 6000 y hoy somos 12000” y planteó que la estrategia sera de «acumular poder para que te escuchen» y eso «pasó en Río Negro donde ATE no era tenido en cuenta porque el poder estaba en UPCN», dijo Aguiar. «Eso cambió porque pudimos construir un espacio de reconocimiento y esto no tiene retorno», agregó.
Destacó que luego en los enfrentamientos con el gobierno “los más humildes, los afiliados en los municipios, porteros, minoridad, etc., vieron que peleábamos contra la patronal y nos apoyaron”.
“Luego de esa fuerte concentración contra el poder, vino la segunda etapa –señaló- que fue el ingreso de ATE al Salón Gris de la Casa de Gobierno con Weretilneck a firmar el convenio para eliminar las becas. Eso significó un quiebre porque sumó a otra masa de trabajadores, que no salen a la calle, pero observaron que ATE le soluciona los problemas”.