Secreto a voces
(ADN).- Bruno Pogliano quiere ser candidato a diputado nacional por Juntos Somos Río Negro. No lo oculta y su deseo había sido expresado a la prensa en enero de este año. Se anticipa a los aprontes de otros y otras posibles nominaciones dentro del partido del gobierno. Muestra no sólo voluntad, sino además vocación de poder.
Este joven intendente de El Bolsón, contador de 42 años, llegó al municipio en 2015 –con 36 años- cuando logró el 32.5% de los votos y le ganó a “Ricardo “Caleuche” García, del FpV, que obtuvo el 29% de los sufragios.
Pogliano, viene del “palo del peronismo” donde dio los primeros pasos en la política y cuando se presentó nuevamente en el 2019, como candidato a intendente, obtuvo el apoyo de sectores del peronismo bolsonero, con dirigentes históricos como “Pichi” Dirazar, “Pirincho” Ortega, y Mirta Mazzini, entre otros. Fue reelecto con el 67% de los votos.
La casualidad en la política no existe y sólo en algunas oportunidades hay actos que se explican por el azar, que de hecho no hacen más que confirmar la regla. Por esto, las declaraciones del jefe comunal de San Antonio, Adrián Casadei, van en la dirección de confirmar la existencia de una corriente de opinión interna de Juntos en apoyo a Pogliano, que tiene su infantería en los intendentes.
Además el jefe comunal sanantoniense anda con GPS propio y en ocasiones sale del radar principal.
De los 18 jefes comunales que representan al oficialismo, unos 10 le hicieron conocer a su par de El Bolsón, el apoyo a su candidatura, entre ellas, según pudo conocer esta Agencia, el propio intendente de Bariloche Gustavo Gennuso. También es conocida la cercanía de Pogliano con el senador y jefe político de JSRN Alberto Weretilneck, a quien lo une –además de lo partidario- una relación personal.
Con poco margen de error se puede adelantar que hacia el interior de Juntos, lo dicho por Casadei, es un secreto a voces. Habrá otras candidaturas y faltan las candidatas de Juntos. Un hecho importante para salud política del partido gobernante, es que se visualicen muchas ofertas de candidatos que quieran defender las políticas oficiales y se “asomen” al clima electoral, por fuera de la “zona de confort” de sus despachos.
En esa lista ya están (al menos mediáticamente) incorporados el ex ministro de Economía, Agustín Domingo, y la secretaria de Políticas Públicas de Salud, Mercedes Iberó. También es de la partida la legisladora Mónica Silva, y el «run run» del oficialismo maneja el apellido Yahuar.
Juntos tendrá un desafío importante en octubre. Hacer un esfuerzo para obtener un escaño en la Cámara Baja del Congreso y sumar una carta más de negociación con el gobierno nacional, para fluctuar en esta bipolaridad de “amor y desamor”.
El gobierno maneja sus encuestas, Alberto Weretilneck también. En ellas se miden conocimiento y valoración de gestiones. La opinión del Ejecutivo es aceptable si se tiene en cuenta las dificultades de gobernar en pandemia. Los resultados son relativos. Sólo una instantánea del momento, pero permiten conocer la base de lanzamiento.
La relación de Pogliano y Casadei no es nueva y se presentaron muchas veces juntos tanto en la costa atlántica como en la cordillera, y con Gennuso, defendieron posturas de protección de la actividad turística y los protocolos sanitarios.
Así, quedó en principio conformado “el tándem de la cordillera al mar”.
Faltan otras opiniones. Por ejemplo, no se conocen posturas de parte de Pedro Pesatti, intendente de Viedma, y de Claudio Di Tella, de Cipolletti, dos plazas fuertes de JSRN. Pero no sería para descartar el inicio –en estado embrionario- de una corriente estructurada sobre una fuerte base territorial municipal, una suerte de liga que existió en la UCR y está vigente en el PJ.