Ideología, discursos y votos. ADN
Será una campaña distinta. Con tiempos cortos y con un electorado lejos de las expectativas que tienen las alianzas que competirán para elegir –en noviembre- los diputados nacionales por Río Negro. No despierta pasiones, sólo enfervoriza a ciertos sectores de la política. Una medición por grupos etarios, sobre opiniones de las elecciones, sorprendería. Existe una sociedad cansada, con muchas familias angustiadas y descreídas.
Los candidatos transitarán la provincia en soledad en tiempo de pandemia, con restricciones sanitarias, y en un marco nacionalizado, donde el macrismo –devaluado en su adjetivación referida al ex presidente- pretenderá mantener su banca rionegrina en la Cámara Baja, igual que el Frente de Todos, que en principio no tendría problemas para asegurar el triunfo de Ana Marks, de Bariloche, en reemplazo de Ayelén Spósito.
En este punto irrumpe Juntos Somos Río Negro, que al igual que otros partidos provinciales, proyecta reafirmar un espacio legislativo que siempre es moneda de negociación con el gobierno nacional y en este punto, pretende romper la bipolaridad y revalidar su título de partido provincial.
En esta estrategia, Alberto Weretilneck -que consolida sus relaciones en el Senado- colocó a Agustín Domingo como primer candidato a diputado, para birlarle a Juntos por el Cambio una banca y que se sume a la tarea de Luis Di Giacomo, en la Cámara de Diputados.
Esta será la verdadera batalla electoral rionegrina, donde la figura del Senador será la apuesta fuerte en el acompañamiento del contador de Bariloche, olvidar la mala experiencia con Fabián Gatti y competir con candidato propio con chances de coronar la elección con un escaño.
Por de pronto, JSRN logró que la Justicia no permita al macrismo en Río Negro usar la palabra JUNTOS, separada del resto del conjunto de la denominación aliancista. Se trata de una jugada nacional donde Juntos por el Cambio mutó a JUNTOS, luego de ser Cambiemos, porque no quiere mostrar resabios del gobierno anterior y la derrota del 2019. Quien comenzó con esta diferenciación fue precisamente Jorge Macri, primo de Mauricio, intendente de Vicente López, que hace campaña con una singular consigna: “Más Jorge que Macri”.
¿Cómo jugarán el gobierno provincial y los municipios de JSRN? Nadie plebiscitará su gestión. Es un riesgo. Los jefes comunales entienden que demasiados inconvenientes les trajo la pandemia como para jugar sus administraciones en una elección nacional de medio término, con consecuencias para dentro de dos años.
Arabela Carreras seguirá con sus tareas en el Ejecutivo, recorriendo la provincia y sin interrumpir sus obligaciones de gobierno, lo que no impide que los candidatos a diputados de su partido participen en todos los actos, inauguraciones y actividades oficiales. La referencia política partidaria estará presente, pero sólo eso. El gobierno no se pone en riesgo. Preservar, sino no habrá 2023 para nadie.
La tarea proselitista estará bajo la responsabilidad y a cargo de la conducción de Juntos Somos Río Negro, que tendrá que mover su aparato para lograr votos allí donde llegan sus brazos, en cada barrio de cada pueblo, para garantizar un piso electoral en las Primarias que lo muestre competitivo en las generales.
Cambiemos tendrá una etapa previa que resolverá en las PASO. El radicalismo tendrá que demostrar que es más que el PRO y que la estrategia de Aníbal Tortoriello. El ex intendente de Cipolletti logró un triunfo en el primer round de la disputa interna: bloqueó a Gerardo Blanes como candidato de la UCR, desplazó a Nicolás Suárez Colman en la puja del PRO; cerró con la CC-ARI y sumó al intendente radical de Huergo, Miguel Martínez. Así, blindó a JxC de la «intromisión verde». Ahora, está obligado a ganar en las PASO, para consolidar su candidatura a noviembre, con vistas al 2023.
No habrá actos públicos, muchas declaraciones en la prensa y en las redes que llegarán a saturar la paciencia del votante y el discurso tendrá variables que cada ciudadano articulará entre la realidad nacional, provincial y local que le toca vivir.
JSRN hará camino al andar, siempre en la mitad de los dos contendientes nacionales y chimangueando votos. Difícil pegar por ambos lados. Hará responsables al peronismo y al macrismo de los males actuales del país y de Río Negro, y propondrá una salida siempre acotada al terruño, impedido como partido provincial de proyectar una solución nacional a sus críticas.
Domingo se mostró duro con los mapuches –un tema que siempre desveló a Weretilneck- y puso sus reales en la zona andina. Para cada región tendrá una propuesta limitada a las posibilidades parlamentarias. Todo esto tendrá un contexto de reafirmación de “la defensa de los intereses rionegrinos”. Separada la hojarasca, finalmente sólo quedará apostar “al aparato” y al pedido expreso de acompañamiento en las urnas “porque en Río Negro nos conocen”. La apuesta es total al carisma y liderazgo del senador. A revolear la moneda: cara o ceca.
Juntos por el Cambio repetirá formulaciones nacionales, basadas fundamentalmente en el nuevo grito de la derecha: libertad. “La derecha ultraderechizada, es un signo de época”, señala el filósofo argentino Jorge Aleman.
Este fenómeno –que ocurre en otros países- se presenta en público explotando políticamente una especie de cansancio general de la población por la pandemia, y según explica Aleman “esta ultraderecha es una especie de promesa de satisfacción y goce”, mientras que a los gobiernos que les tocó enfrentar al virus les queda pedir sacrificio y posponer la satisfacción inmediata en pos de la salud. La palabra es libertad, el espejo a mirarse Miami y el enemigo JSRN, que «si coloca un diputado jugará con Weretilneck y Di Giacomo en las relaciones con el gobierno nacional» pregonan como un rezo laico.
Habrá que observar si este discurso nacional encuentra su correlato en la provincia y sobre todo la opinión del votante sobre el manejo del gobierno en la pandemia. Un discurso a la medida de “Mechi” Ibero, la segunda candidata a diputada nacional.
El Frente de Todos es optimista. Espera recoger los frutos de la atención permanente que tuvo el gobierno nacional para con Río Negro. Cuenta con un extenso inventario de obras, aportes sociales, para la pandemia y apoyo a empresas -entre otros- y floreará los avances en las rutas nacionales 23 y 22. Precisamente, Gustavo Casas, director de Vialidad Nacional en Río Negro, colocó a Anselmo Torres, rector de la UNRN, en cuarto lugar como candidato por la agrupación Kausa Peronista, que lidera el arquitecto viedmense, a la vez, titular de Casa Patria en la provincia, delegación del Instituto Patria que conducen Cristina Fernández y Oscar Parrilli.
A diferencia de lo que marca su historia, el peronismo cerró las listas de manera ordenada, sin aquellos tironeos de antaño. “Hay un nuevo estilo de conducción”, se comentó en referencia a Martín Doñate.
El FdT tiene espejo propio en el gobierno de Alberto Fernández, en las políticas nacionales y valoriza reforzar el rol del Estado y conducir las políticas públicas en pandemia.
Pero también tendrá que dar respuesta a otras demandas de la ciudadanía, como la inflación, la falta de trabajo y la pobreza.