Por los tejados
El juez salió a buscar por el barrio el gato de su hijo, que se había extraviado. Sin resultados positivos decidió subirse al techo y recorrer los paredones de las viviendas aledañas. El problema fue que ya era muy tarde y los vecinos preocupados llamaron a la policía.
En el medio del revuelo a la madrugada, la mascota apareció. Menos mal, porque el hombre había andado perdido como Turco en la neblina