El gremialismo y las elecciones
(ADN). – El movimiento obrero, encuadrado en la CGT y otros nucleamientos de trabajadores, recordaron el 17 de Octubre, denominado Día de la Lealtad, donde pidieron al gobierno trabajar en una alianza entre la “producción y el trabajo”. Esta expresión, que se repitió en otras provincias, no tuvo eco en Río Negro, en una muestra más del alejamiento de los sectores gremiales con el peronismo, donde tradicionalmente tuvieron presencia en el PJ provincial.
Si bien hay una clara identificación de la dirigencia sindical con el justicialismo -que no se refleja en sus bases- en el actual proceso electoral no se puede decir lo mismo, más allá de expresiones de dirigentes que se traducen en identificaciones personales.
Esta situación sucede desde hace unos años y podría señalarse como el inicio de esta ruptura, lo acontecido en el Congreso del PJ del 2019, cuando el sector gremial asistió con el propósito de reclamar un lugar en la lista sábana (se había nominado a Raúl Martínez) y no fue posible ese debate porque finalmente este órgano máximo de conducción partidaria no sesionó, bajo el argumento explicado por el apoderado del justicialismo Nicolás Rochas, que tras el acuerdo de los sectores el “Congreso había devenido en abstracto”. Martín Soria conducía el PJ.
Hoy Pablo Barreno ocupa una banca en el parlamento provincial por el FdT, más como representante del sorismo en Viedma que como dirigente de SITRAJUR. No hay identificación con la CGT Atlántica que devino en un ámbito de relativa representación, con gremios como UPCN, UOCRA, Comercio, UTEDYC y otros, con escasas expresiones públicas.
Esta situación se repite en toda la provincia, donde se relativizó la presencia de sindicatos como la fruta, comercio, construcción, camioneros, mecánicos y otros, en su actuación política. Lo mismo puede decirse de la zona andina, con acendrada historia de luchas gremiales como gastronómicos, comercio y demás gremios.
El gremialismo peronista perdió su representación política, que se expresaba en los conflictos, las huelgas, los paros, en las calles y en fuertes expresiones públicas con documentos de contenido superior al reivindicativo propio, con posicionamientos político-ideológicos sobre economía, la producción, el rol del Estado, etc.
La presencia electoral gremial en el FdT es casi nula. Cada sindicato sigue en su propio campo, alambró el redil, casi como subsistencia y muchos descansan a la sombra del edificio de Laprida y Belgrano de Viedma, donde siempre hay un teléfono disponible.
Esto también se perdió, a pesar una historia fecunda. Pasaron por la legislatura muchos diputados del sector gremial como Ramón Sicardi (músicos) de Roca; Fernando Cardozo (textil) Viedma; Néstor Romero (UOCRA) Viedma; diputados nacionales como Rómulo Barreno y Juan Carlos Scalesi (UPCN) Viedma; Ovidio Zúniga (gastronómico) y Walter Cortéz (comercio) de Bariloche; Hugo Muñoz (UPCN) Viedma; Raúl Martínez (UOCRA) Viedma; Rodolfo Cufré (bancarios) Viedma y Roberto Vargas (gastronómicos), entre otros, como también Jorge Carrasco (bancarios) UCR y Rubén López (Fruta) de extracción peronista y ligado a JSRN.
Por el lado de la CTA -otra de las centrales obreras afines al peronismo- tampoco tiene en sus filas expresiones públicas de apoyo a candidatos del FdT. Rodolfo Aguiar, de ATE, incorporado a la conducción nacional de ese sindicato, formó su partido Unidad Popular, que no participa del proceso eleccionario y ayer se mostró junto al presidente Alberto Fernández, en apoyo a la prórroga del subrégimen de promoción industrial.
Hoy el peronismo perdió esa pertenencia gremial y cada sector funciona por caminos sinuosos que lo acercan o lo alejan del poder según las circunstancias. La identidad política no es condición que obstaculice sus relaciones oficiales provinciales y las negociaciones son parte de su esencia como lo es para los empresarios y otros sectores económicos y productivos.
En el caso de los gremios estatales no sólo hay conversaciones con el gobierno por cuestiones salariales o condiciones laborales. Los ámbitos de encuentros refieren además a temas como viviendas, tierras, como sucede hoy con el programa de suelo urbano, y otros aportes.
La propia actitud del peronismo rionegrino, permite a los gremios, en este proceso electoral, reafirmar una independencia, que, si bien siempre existió, requería al menos expresiones públicas de apoyo a los candidatos del partido en tiempos de elecciones.