Juicio a policía que dejó sin un ojo a un menor
(ADN).- La semana pasada comenzó el juicio que tiene como imputado un cabo primero de la Policía de Río Negro, por un hecho ocurrido en 2018 en la ciudad de San Carlos de Bariloche. El uniformado fue acusado por lesiones graves e incumplimiento de los deberes de funcionario público.
El Ministerio Público Fiscal imputó el hecho al agente, quien en su calidad de escopetero de la policía de Río Negro disparó contra un joven que en la actualidad tiene 18 años y le produjo lesiones de extrema gravedad que provocaron la pérdida de uno de sus ojos.
El mismo se produjo al momento en que se recibe un llamado en la Unidad Policial 42 que alertaba de disturbios y detonaciones de arma de fuego en el domicilio del Barrio 2 de abril. El policía imputado junto a otros compañeros se dirigieron al lugar y al realizar el procedimiento constataron que había una pelea de mujeres y que tres hombres huyeron cuando se presentaron los agentes.
Ante ello, los efectivos descendieron del móvil policial e ingresaron al lugar a fin de aprehender a tales sujetos, en cuyo marco el Cabo cumpliendo la función de escopetero en el procedimiento aludido, utilizó en forma antireglamentaria el arma que le fue suministrada por la Policía de Río Negro y cargada con cartuchos antitumultos, efectuando al menos dos disparos en forma directa a una distancia de entre 3 a 5 metros, contra el cuerpo del joven Nehuen Mauricio Marileo, de 16 años de edad.
La Fiscalía indicó que esta acción se realizó sin observar lo prescrito en la ley Orgánica de la Policía de Río Negro y el protocolo que establece criterios mínimos de actuación de los cuerpos policiales y fuerzas de seguridad en manifestaciones públicas y exige en caso de tener que disparar, que los mismos sean realizados con rebote.
Al momento de alegar el equipo de fiscales destacó que en esas condiciones, como empleado policial debió representarse el peligro de su accionar y también haber obrado sin observar los deberes a su cargo ocasionando a la víctima de entonces 16 años, el estallido de globo ocular derecho por perdigonada, además de otras lesiones. En este sentido se señaló que todas lesiones producidas con dicha arma de fuego, son consideradas de carácter grave, pues le produjeron a la víctima una debilitación permanente en el sentido de la vista y una deformación en el rostro ya que se debió proceder a la enucleación del ojo, poniendo su vida en riesgo.
En la fecha se escucharon la imputación realizada por los representantes del Ministerio Público, del querellante que adhirió a la alocución del fiscal agregando que su representado no tenía antecedentes, su calidad de vida se modificó de manera desfavorable y sufrió la pérdida definitiva de su ojo.
El imputado está asistido por abogados particulares, quienes insistieron en la inocencia de su asistido y que actuó conforme a la capacitación recibida para este tipo de situaciones por la fuerza policial.
El primer testimonio fue el de la víctima quien relató el hecho del que fuera protagonista y las enormes dificultades que atraviesa por la pérdida de su ojo, con un pronóstico de ceguera tal se lo han indicado los médicos que lo tratan. El juicio continúa en el día de mañana con la producción de la prueba donde se contempla la declaración de al menos una veintena de testigos.