Desde El Cóndor se trabaja en la preservación de tiburones
(ADN). – La ONG conservacionista Wildlife Conservation Society (WCS) Argentina, dedicada a la conservación de la vida silvestre, trabaja en el Balneario El Cóndor y la costa atlántica, hasta Bahía Creeck, en un plan de conservación de tiburones y rayas, especies amenazadas, ya sea por su captura en el marco de la pesca deportiva, como es el primer caso, o la venta de aletas en la segunda especie, donde Argentina es la primera exportadora a Hong Kong.
Luca Albornoz, nacido en Viedma, biólogo, egresado de la UNLP, vive en El Cóndor, y lleva a cabo el trabajo de campo de este proyecto de conservación de tiburones y rayas, que coordina el Dr. Juan Martín Cuevas. El equipo se integra, además, con Cecilia Palacios, Alexandra Sapoznicov, Florencia Lemoine y Pablo Filipo.
En la zona hay cazones, bacotas, gatopardos y desde hace cinco años que no hay registro de escalandrun, considerado en peligro crítico de extinción.
Marcado acústico
Para llevar adelante esta investigación se realiza un trabajo denominado Marcado Acústico, que consiste en la instalación de un aparato anclado en el fondo marino, que envía señales de registro de pases de tiburones unos 400 metros a la redonda. Hay equipos instalados, desde El Cóndor hasta Bahía Creeck. Periódicamente estos equipos son revisados con datos registrados en computadores, permitiendo seguir el movimiento de los escualos que se conectan con Bahía San Blas, adonde van a reproducirse, un fenómeno que explica la cantidad de ejemplares en esa zona.
Conservar Tiburones en Argentina
La segunda parte de este plan propicia la participación del pescador deportivo, para concientizar en la pesca con devolución, donde la participación ciudadana es la principal aliada para la defensa de los tiburones costeros, amenazados y algunos en extinción.
El proyecto busca promover buenas prácticas de pesca con devolución de tiburones, al mismo tiempo que articulan como principales colaboradores ya que la organización WCS, en forma conjunta con la Universidad Nacional de La Plata, les entrega marcas que deben colocarse en la aleta dorsal y que permiten el registre en caso de una recaptura.
Hay que tener en cuenta que la pesca deportiva considera al tiburón como un pez más a capturar, pero sin embargo el tiburón peligra porque tiene un ciclo reproductivo distinto, con madurez sexual tardía, baja fecundidad, períodos de gestación prolongados. A esto se suma que másdel 70 por ciento de las capturas son hembras.
Como ejemplo vale decir que un tiburón bacota llega a la madurez sexual a los 20 años y que produce unas 20 crías cada dos años. El escalandrun, por su parte, llega a la madurez sexual después de los 8 años y tiene solo dos crías, cada dos años.
En este proyecto es vital el acompañamiento del pescador deportivo para que devuelva la pieza capturada, al tiempo que informe sobre las características de la pesca.
En provincias de Buenos Aires, está prohibido el sacrificio de grandes tiburones costeros amenazados de extinción, en Río Negro sólo en áreas protegidas.
En los últimos 11 años, a través de este enfoque de ciencia ciudadana, se logró reunir a biólogos con 155 pescadores deportivos de todo el país para realizar el marcado y la devolución con vida de más de 1400 tiburones -entre ellos, cazones, bacotas, escalandrunes, gatopardos, espinillos, martillos, peces ángel-, de los cuales se registraron 17 recapturas, generando información inédita sobre la migración y biología de varias especies. El aporte de los pescadores a través de esta iniciativa de ciencia ciudadana es fundamental para avanzar en la investigación de los grandes tiburones y, en particular, de aquellas especies que solo habitan en el Atlántico Sudoccidental (endémicas), como el gatuzo, la guitarra y los peces ángel.
¿Cuáles fueron los logros en la puesta en marcha de este plan? De esta manera se pudieron detectar movimientos migratorios de los tiburones. Un bacota marcado en Mar del Plata fue recapturado en aguas de Brasil, en la zona de Espíritu Santo; cazones capturados en la provincia de Buenos Aires, fueron recapturados en Uruguay y un ejemplar de bacota marcado en Río Negro fue recapturado en Mar del Plata.