El debate salarial está atado a los recursos
(ADN). – El gobierno transita el debate salarial limitado en sus recursos y en el medio de una crisis inflacionaria que no permite planificar siquiera la próxima hora.
Fijar prioridades en la asignación de fondos es una definición política y está comprendida y comprometida en el presupuesto que votó la Legislatura y que la inflación dejó afuera de toda consideración.
Luis Vaisberg, ministro de Economía, explicó que las previsiones de Nación para el año fueron del 34% anual, mientras que en el semestre ya llegó al 36%. Nada es posible.
Los sindicatos finalizaron con un paro de 48 horas y se espera ahora retornar a las negociaciones y el ministro fue claro, en que se hará todo el esfuerzo posible, pero que no sobra nada y tampoco hay de donde sacar.
Hay mucha artillería verbal, donde se pretende crear un clima propicio para el reclamo. El Gobierno, por su parte, sabe que no puede perder la calle.
La suma fija ofrecida es escasa según los gremios, porque no ofrece solución a los sectores con ingresos más bajos. Una solución sería escalonar la propuesta.
El mayor impacto está en las categorías inferiores de los empleados públicos de la orbita del Ejecutivo, pero esto no es privativo de Río Negro. Hay una amplia franja de trabajadores formales comprendidos en paritarias que tampoco llegan a cubrir los gastos de la canasta básica.
El marco nacional pone un escenario dificultoso. Todos los gremios discuten salarios y el Estado está comprimido y acotado a los recursos públicos, que obliga a trabajar en los ingresos.
En este punto del debate surge la necesidad de pensar con hidalguía en conseguir recursos mediante nuevas políticas tributarias, con el aporte de aquellos que paradójicamente son los beneficiarios de la crisis.
En esto no pasó inadvertida una de las propuestas de ATE -más allá de su verborragia- que pidió gravar a las grandes riquezas, estancias improductivas y latifundios en manos extranjeros. “Para varios rubros económicos, Río Negro funciona como un verdadero paraíso fiscal”.
Un debate para un nuevo desafío.