Piden prorrogar la emergencia agropecuaria
(ADN).- La solicitud fue hecha por la Federación de Productores de Frutas de Río Negro y Neuquén a la Comisión Provincial de Emergencia Agropecuaria, propuesta que será elevada al Poder Ejecutivo.
Desde la Federación plantearon que las heladas y el granizo ocurridos entre septiembre y octubre de 2021 comprometieron seriamente la cosecha esperable durante el 2022, provocando pérdidas y daños considerables. La superficie afectada fue de 10.379,23 has y un total de 1.023 establecimientos correspondiente a 611 productores.
La imposibilidad de comercializar normalmente la fruta, trajo como consecuencia la falta de ingresos suficientes para enfrentar a las tareas culturales en los montes frutales, en la temporada en curso 2022-2023 (con cosecha entre enero a abril de 2023).
Teniendo en cuenta que los ingresos económicos del productor damnificado, se dará recién a partir de mayo y junio 2023, se tomó la decisión de proponer al Ejecutivo provincial la prórroga por 7 meses del estado de emergencia y/o desastre agropecuario.
Esto se suma a otras acciones que ha llevado adelante la Provincia con los productores afectados, como son la exención en impuesto inmobiliario y patentes, la prórroga del pago de P.A.R Agroinsumos XXII por un año. También se puso a disposición un programa de financiamiento para dar inicio a la poda y raleo, con tasa subsidiada al cero por ciento, con un período de gracia hasta el 30 de abril de 2023 y 2024 con cuotas de devolución.
Se facilitó además, un plan de pago para los productores con deudas impositivas en la Agencia de Recaudación Tributaria de la Provincia. Asimismo, el P.A.R Agroinsumo XXIII (programa de agroinsumos rionegrino) otorga un financiamiento que permite disponer de los agroquímicos necesarios para mantener la sanidad frente a las principales plagas de la región; se contempla para los productores en emergencia y /o desastre priorizar su otorgamiento sin tener cancelado la operatoria anterior. Estos beneficios y facilidades, están dados teniendo en cuenta que los ingresos económicos del productor damnificado, se dará después de la cosecha.