Reconocimiento de Pesatti a la Fundación Micaela
(ADN).- El intendente de Viedma envió una carta de reconocimiento al titular de la Fundación Micaela García “La Negra”, con el propósito de “hacerle llegar un profundo y sentido agradecimiento por su participación en el programa de capacitación de la Ley Micaela”, que lleva adelante Gobierno de Viedma en el ámbito municipal.
“Su presencia en mi ciudad es un testimonio insoslayable que dejará en cada uno de quienes fueron parte de las distintas instancias de capacitación llevadas a cabo por la Fundación Micaela García ‘La Negra’, un verdadero hito en la conciencia individual y colectiva”, expresa el jefe comunal viedmense, y reconoce que esas acciones son fundamentales “para provocar cambios en la conducta de las personas y de la comunidad en relación a la violencia de género”.
El intendente de la capital rionegrina, advierte que “los seres humanos siempre corremos el riesgo de naturalizar comportamientos violentos si no somos advertidos a tiempo”, y agrega que actualmente “nuestra sociedad viene naturalizando la violencia que se desprende de las redes sociales, atravesadas por patrones de conducta que en el plano verbal llegan al límite de la violencia directa”.
Sobre la actual situación, Pesatti sostiene en otro párrafo de su carta que “las instituciones que deben proteger la vida humana, frente a las conductas agresivas y violentas vienen por detrás de los cambios que se producen en los comportamientos de cara a las nuevas formas de la violencia”.
“En el campo de la violencia de género, la Ley Micaela no hay duda que es un gran paso a favor de la vida y de la protección de las mujeres”, reconoce el intendente viedmense, y expresa que se trata de “una respuesta que debió estar antes, pero que la ley hizo posible con una feliz y enorme contundencia”.
Finalmente Pesatti valora el trabajo y compromiso personal de “Yuyo” Garcío: “su testimonio y su trabajo para encender una nueva conciencia en relación a la violencia de género es clave, en ese orden le reitero mi agradecimiento”, y concluye, “también, como padre de dos hijas, no puedo dejar de expresarle la profunda admiración que siento por usted, por haber transformado el dolor en un testimonio para la construcción de una sociedad donde la vida sea siempre el valor supremo y el organizador de todo nuestro desenvolvimiento como ciudadanos y como personas”.