El nuevo FdT y el esfuerzo de no morir en el intento
(ADN). – Siguen los encuentros entre Comunidad Organizada, PARte y el Frente Grande y sectores internos peronistas como Convocatoria Hay 2023 y el sorismo para tratar de organizar al Nuevo Frente de Todos y participar de las elecciones provinciales por fuera de cualquier estrategia del PJ, que camina hacia un acuerdo con Juntos.
La última reunión fue en Valcheta, organizada por el concejal Richard Llanqueleo, que convocó a Silvia Horne, Magdalena Odarda, Julio Acavallo y Gustavo Casas, titular de Vialidad Nacional en Río Negro, además de un conjunto de referentes de estos espacios. Como novedad, se destacó la presencia del legislador Alejandro Marinao y el intendente Fabián Pilquinao, caciques del peronismo de Sierra Colorada y referentes del justicialismo en la región sur. Como siempre, participaron los embajadores de María Emilia Soria, Ignacio Casamiquela y José Luis Berros. A su vez, Osvaldo Nemirovsci, dirigente de Convocatoria envió su adhesión.
El encuentro no sumó nada más que seguir en el debate organizativo electoral y la oposición de sumarse en un acuerdo provincial con JSRN, que batalla Martín Doñate -referente máximo del partido en Río Negro- con Alberto Weretilneck. Nada para destacar ni diferente de las anteriores reuniones. No hubo definiciones.
El pedido de parte de este espacio (Nemirovsci y Casas) que insistieron ante la Justicia para obtener una orden judicial convocando a elecciones internas, no prosperó, en tanto se conoció que nada se resolverá hasta que no se conozca la fecha de convocatoria, en tanto el reclamo cae en abstracto.
Hay mucha voluntad y también un esfuerzo de la dirigencia que impulsa al Nuevo Frente Electoral, por mantenerse vigente, sin que se garantice el éxito y el caudal de votos para acceder a los cargos legislativos que cubran sus expectativas.
Gustavo Casas es quien podría ordenar desde su candidatura a la gobernación, que, si bien muchos apoyan, podría haber otras postulantes, específicamente Silvia Horne y Magdalena Odarda. En el caso de la dirigente del Movimiento Evita no está convencida, no sería así de parte de Odarda, que podría ofrecerse para la gobernación. Su imagen está lesionada luego de su salida del gobierno nacional. Toda discusión se resolvería en internas.
Pero la voluntad sola no alcanza. Ni hablar de los recursos económicos para afrontar la campaña, propaganda y confección de boletas, e incluso solventar los costos de una encuesta que les marque las coordenadas de ubicación en la consideración del votante.
El Nuevo Frente de Todos hoy se vislumbra como un proyecto testimonial generacional para rescatar un espacio del campo popular, que no se siente representado por el Partido Justicialista.