Inflación en baja: «hay razones macro objetivas»
(ADN).- Luego de que hace unos días se conociera la inflación de noviembre, un informe de la consultora Sarandí sostuvo que detrás de la desaceleración de los precios durante el mes pasado obedece a «razones macro objetivas que empiezan a justificar la descompresión inflacionaria».
En este sentido, el informe a cargo del economista Sergio Chouza -y que publica el sitio BAE- destacó que «el renovado foco sobre la política monetaria y fiscal» y la acumulación de reservas, además de los acuerdos de precios que «hicieron su parte» para que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) del mes baje a un 4,9%.
Pese a eso, la consultora también reconoció que el dato inflacionario «fue sorpresivo», porque si bien «los indicadores de alta frecuencia anticipaban un nuevo mes de recorte» se esperaba una baja menos pronunciada, al punto de que la mayoría de las consultoras preveían una inflación en el rango del 5% al 5,5%.
La política fiscal
En su consideración de las «razones macro objetivas», la entidad remarcó que «los cambios a partir de agosto fueron sensibles», con la llegada de Sergio Massa en el Ministerio de Economía, para poder «encauzar las expectativas».
A partir de ese mes «se puso rápidamente en cuadro la política fiscal», y comparó al respecto que «en la primera parte del año el gasto había crecido 12 puntos sobre la inflación y rápidamente esta cuenta se revirtió» en el segundo semestre.
Sobre este punto, se remarcó el ordenamiento de las cuentas públicas, reflejado en un recorte del gasto en términos reales a partir de julio, así como en la suba de las tasas de interés hasta terrenos positivos.
«La política monetaria se alineó en base al nuevo contexto, y el Gobierno se autoexigió a sobrecumplir el tope de emisión con el FMI», expresó, además de señalar que «la suba de tasas contribuyó a cerrar el programa financiero».
La acumulación de reservas y Precios Cuidados
Sarandí agregó a su análisis que «la acumulación de reservas dotó al Banco Central de poder de fuego para frenar el pasaje a precios de cobertura por el bajo acceso a dólares oficiales».
Sobre este punto, agregó que «las dos instancias del Dólar Soja permitieron evitar una devaluación discreta de (grandes) proporciones» y en ese marco «las liquidaciones de dólares garantizan el cumplimiento de la meta de acumulación de reservas netas».
A su vez, «también hicieron su parte los acuerdos de precios, por su medición directa en el IPC y su contribución para recomponer algunas referencias de precios relativos».
Lo que se viene
«El inicio de 2023 será tanto o más desafiante que el último cuatrimestre» de este año, advirtió, además de plantear que desde el Palacio de Hacienda se «va por la épica de romper la inercia con un programa de corte gradualista».
En ese sentido, recordó que «ya en dos oportunidades el responsable máximo de la política económica manifestó su intención de mostrar un dato inflacionario por debajo del 4% en abril».
Para Chouza, eso «implica un descenso de un punto sobre los niveles actuales, que posiblemente trepe a un punto y medio cuando se conozca el dato de diciembre».
Por último, subrayó que «en el medio pasarán los meses más álgidos del verano, cuando cae la demanda de pesos tras las fiestas y el pago de las vacaciones», además de darse «las subas estacionales en rubros de servicios como son los de educación y cultura».