Los mensajes de Cristina. ADN
Cristina Fernández de Kirchner pasó por Viedma y dejó mensajes y definiciones políticas, algunas directas, otras indirectas, en el modo metáfora y por qué no subliminal, para quienes saben leer el pensamiento de la primera mujer que llegó, en la Argentina a la Presidencia de la Nación, por el voto popular. Regresó a Viedma después de 15 años.
Ser destinataria del Doctorado de Honoris Causa, otorgado por la Universidad Nacional de Río Negro, con fundamentos expuestos por el rector Anselmo Torres, fue la excusa, como lo fue también en otras universidades del país, para hablar de política, un tema que le apasiona y esperado por el auditorio colmado del Polideportivo universitario, un día después de conocerse los fundamentos del fallo condenatorio por la conocida “causa Vialidad”.
Fue entonces que aprovechó para criticar a la Justicia por su proscripción y a la oposición que trabaja como aliada del Partido Judicial.
Pero quizás, el mensaje más importante fue el apoyo tácito al acuerdo alcanzado por el Martín Doñate y el PJ orgánico con Juntos Somos Río Negro, para confluir en un acuerdo ante las elecciones del 16 de abril.
El momento no fue casual. La llegada de la vicepresidente fue trabajada por Doñate con Torres, en un escenario preelectoral y llegó en momentos, además, cuando la Suprema Corte de Justicia de la Nación, le negó al senador rionegrino integrar el Consejo de la Magistratura. Aval a esta conjunción política rionegrina donde Cristina estuvo permanente informada en su conformación. Al senador Alberto Weretilneck, por supuesto conoce por su labor en la cámara alta.
Hegemonía y consensos
La vicepresidenta tomó como eje de su disertación el título “Hegemonía y Consenso”, donde recordó a Néstor Kirchner, cuando llegó al gobierno en el 2003 y convocó a los partidos políticos y sectores sociales para alcanzar la hegemonía democrática y consensuar políticas de Estado.
Un discurso que le calza a medida al PJ rionegrino en su justificación de haber concretado un acuerdo con Juntos y que, además, como le gusta decir a Doñate, “llevará al peronismo al poder después de 50 años”.
Es más, en medios políticos que propician este modelo, mencionan que la experiencia de Río Negro puede oficiar como un laboratorio político social hacia el futuro, de un modelo de gestión exitoso, que se podría repetir en otras provincias del país y conducido por las nuevas generaciones.
Cristina Fernández reiteró la necesidad de alcanzar la hegemonía democrática con consensos y puso como ejemplo a Perú, donde cinco partidos políticos se conjugan en el Congreso para votar las leyes.
Pidió también alcanzar acuerdos para rever la negociación con el FMI, “no para pagar, sino para crecer”.
El mensaje estuvo dado en el Polideportivo de la Sede Atlántica de Viedma, de la UNRN, ante miles de asistentes
Pacto democrático
También hizo referencia a la ruptura del Pacto Democrático de 1983, al mencionar el atentado contra su vida y alertó sobre los signos de intolerancia y violencia.
Pidió que las diferencias políticas no pueden atentar contra la institucionalidad y las instituciones. “Se puede ser adversario, pero hay que respetar las instituciones”, dijo.
En el peronismo siempre dicen que “Cristina ordena”, pero no sería en todos los casos. Algunos más que otros y esta disparidad de sectores también se observó ayer en el acto de la universidad.
Las referencias al actual gobierno y al presidente Alberto Fernández, fueron tangenciales, pero tampoco fue neutra la mención del gobierno de la Alianza, que se fracturó por la renuncia del vicepresidente “Chacho” Álvarez, por el caso “Banelco” con “sobornos en el Senado, con participación de senadores de nuestro partido”. Todos los mensajes llegaron a Viedma.
La reivindicación de la mujer
Otro tema presente fue la permanente reivindicación de la mujer y su rol en la política. En este caso hubo un mensaje directo a la gobernadora Arabela Carreras, quien ayer se retiró del Polideportivo universitario -junto con sus funcionarios- luego de ser silbada, cuando fue mencionada por la locutora.
Cristina Fernández de Kirchner, llamó por teléfono a la mandataria rionegrina, para solidarizarse con su persona e investidura. Rechazó lo sucedido y recordó momentos similares que transitó por ser mujer y volvió a distinguir la participación en la vida institucional y política.
Este mensaje estuvo latente en toda su alocución. No comprendido, por algunos, sobre todo cuando la vicepresidente destacó que nada debe lesionar la institucionalidad y las instituciones.
Faltó el mensaje que respondiera a la consigna más coreada por el público: “Cristina Presidenta”. No fue Viedma el lugar elegido para esta definición.