Intervención al PJ, un salto sin red

(ADN). – El sorismo quiere levantar su precio y decidió jugar una carta dentro de un peronismo nacional en estado deliberativo y con otras prioridades, que pensar en meterse en la interna rionegrina y obligar a convocar a elecciones internas para congresales del justicialismo provincial.

En política, “el tempo” como en la música, es fundamental para ejecutar una partitura. María Emilia Soria y su hermano Martín, erraron en los tiempos. Contrariados con el PJ en Rio Negro, llevaron la interna a la Casa Rosada y foto mediante con el Presidente Alberto Fernández y “El Chino Navarro”, jugaron con la reelección del Jefe de Estado, promovida por el Movimiento Evita, y en contra de la Cámpora, como les gusta diferenciarse. La intención era replicar el escenario en Río Negro.

La política nacional siempre da sorpresas. El sorismo leyó mal la situación del “fernandismo” y su correlación de fuerzas internas.

La pretensión de una relección, no tuvo sustento y la economía, la eterna definidora, desbarrancó el proyecto y en un video de ocho minutos el presidente, anunció que no es candidato. Malas noticias para el sorismo que también vio derrumbarse toda injerencia de primera línea que los ayude en la pelea rionegrina, luego de una elección adversa. En Roca, asiento de su poderío cedió el primer lugar a la gobernación, después de 20 años, a manos de Cambia Río Negro, y Silvia Horne -su candidata a la Casa de gobierno- solo logró el 24% de los votos.

El sorismo buscó revancha en una interna. No advirtió que Alberto Fernández no era la referencia y confundió su rol de titular del PJ, con la presidencia de la Nación. En tiempos críticos, todo es lo mismo.

Las consultas efectuadas con referentes nacionales y de la provincia de Buenos Aires, estimaron que el Partido tiene otras preocupaciones que intervenir en un distrito. El argumento principal de aliarse con el oficialismo, tiene otros antecedentes: en Jujuy el PJ juega con la UCR de Gerardo Morales. Además, el albertismo quedó desguarnecido en la interna frente al massismo y el kirchnerismo.

Faltó esta lectura, que tuvo el radicalismo provincial en momentos en que se caía Fernando De la Rúa. Rápidamente armó los contactos con Néstor Kirchner.

Tampoco fue eficaz “la bastonera” que acompañó el pedido de intervención y elecciones internas. Victoria Tolosa Paz, no sólo es bonaerense invadiendo jurisdicción ajena, sino que también tiene que remontar en su territorio la pérdida de poder.

La Ministra fotografiada con cinco mujeres rionegrinas, junto al Presidente, y que visitó Río Negro en campaña electoral en apoyo a Silvia Horne, ya habría iniciado sus contactos con Axel Kicillof, según confió una fuente del primer distrito nacional.

La lectura sobre el acto realizado en La Plata, donde juntó en un escenario a Santiago Cafiero, Aníbal Fernández y Agustín Rosi, tuvo gusto a poco. Fue notable la ausencia de Daniel Scioli, especialmente convocado. No pasó inadvertido, a la vez, que el embajador en Brasil, invitara a Axel Kicillof a la inauguración de una feria automotriz en San Pablo.

Este momento particular del peronismo, previo a las PASO de agosto, no fue el mejor aliado para la estrategia sorista de limar a las autoridades del PJ provincial, donde además se analiza una fórmula de unidad y evitar las internas.

El momento de Alberto Fernández no fue el propicio; la gestora de la intervención Tolosa Paz, sabe que el tiempo del Presidente está agotado, y quiere recomponer con el kirchnerismo, mientras que, según algunos trascendidos, llegados de La Plata, el Movimiento Evita también podría apoyar a Kicillof, en la provincia de Buenos Aires.

Todo mal para un salto sin red, en un PJ con delicado equilibrio, donde encender una chispa es un riego.