Milei y Macri lo hicieron. ADN
Pareciera cumplirse aquel anhelo de Néstor Kirchner, de tener en el país dos grandes conglomerados uno mirando a la izquierda y otro a la derecha.
La elección presidencial y el clima previo movilizó a la sociedad más que a la política y aparecieron los votos que no estuvieron en las PASO, y le dieron el triunfo a Sergio Massa; mientras que Javier Milei, “El favorito”, mantuvo su caudal (incluso aumentó un punto) y Patricia Bullrich fue la gran perdedora, con su promesa de “terminar ahora y para siempre con el kirchnerismo”.
El quiebre estuvo en el mensaje. El libertario anunció “el estallido” y la candidata macrista, “el exterminio”, ambos predicamentos parecieran lejos del deseo de la sociedad, a la luz de los resultados en las urnas. Massa hizo lo que se pedía a este gobierno ineficaz y autista, sacó el impuesto a las Ganancias, devolvió el IVA a sueldos menores (benefició a más de 17 millones de argentinos) realizó aportes desde el ANSES a trabajadores informales y formales con sumas fijas para tratar de ajustar la pérdida por inflación y otorgó diversas ayudas a las Pymes y otras economías, como la avícola, afectada por la gripe aviar. Lo que la oposición llamó “Plan platita”.
Fue el votante quien dijo “es por acá”, por decisión propia, porque si algún político piensa que tiene votos o influye con su discurso, mejor que se dedique a otra cosa.
Río Negro no fue la excepción. El impacto del triunfo de Massa tuvo sus particularidades y generó las bases para un nuevo escenario político, con definiciones hacia quien votar el 19 de noviembre.
Surgieron de esta manera alineamientos que tendrán su propia dinámica hasta que el voto de los ciudadanos cierre definitivamente este proceso electoral que fue más “picante” que los anteriores.
Si a esto le faltaba algo, apareció la entente Milei-Macri que, si bien se conocía que el expresidente jugaba con el libertario a costa de traicionar a Patricia Bullrich y a la dirigencia y partidos de JxC, el resultado electoral motorizó esta alianza que produjo acciones, actitudes y hechos impensados semanas atrás. El gran desbarajuste.
Sentó a Arabela Carreras y a Alberto Weretilneck en una mesa junto a Sergio Massa y 18 gobernadores, y produjo una foto difícil de conseguir en la provincia en los últimos tiempos. Río Negro presentó en unidad a la gobernadora saliente y al mandatario entrante, que no se dio en todos los casos con sucesión del mismo partido.
Soslayó el triunfo de Martín Soria. Nadie rescató los 32.84 puntos del ministro de Justicia, si bien tuvo mucho corte de boleta respecto a Sergio Massa. Superó por más de un punto a Lorena Villaverde, mientras que Sergio Capozzi, alcanzó el 14.72 por ciento. La peor elección de JxC en la provincia, pero que, sin embargo, por pocos votos metió un diputado más en el Congreso.
Puso al PJ en expectativa provincial, a pesar de sus divisiones, pero si gana Sergio Massa, existe un viejo apotegma que dice que, con un presidente peronista en la Nación, toda la política partidaria se alinea en ese liderazgo. Hay excepciones como Alberto Fernández, que confirman la regla.
Tampoco esto será neutro en el caso del Frente Renovador rionegrino que se ubica en el lugar de hijo predilecto.
Massa presidente generará un nuevo orden y alineamiento en el peronismo, donde pueden menguar las pretensiones de “los ismos”.
Si esto sucede también habrá una nueva política provincial del PJ en su relación con el futuro gobierno de Alberto Weretilneck y reconfiguración parlamentaria hoy representada en cinco bloques.
Hay que decir que el parlamento surgido de las elecciones provinciales de abril pasado, es una antigüedad, una foto vieja y que políticamente representa poco de esta realidad.
La elección del domingo apuró definiciones y marcó tendencias en apoyo a Massa, en el medio de una pelea sin fin en la oposición de la alianza macrista, que quedó en medio de un tembladeral y con destino de defunción.
“El Ángel Exterminador”, como llama el Turco Asís a Mauricio Macri, violentó internamente a JxC, con su acuerdo con Javier Milei, previa su jugada de apartar a Horacio Rodríguez Larreta, en la carrera de las candidaturas del sector.
Esta línea del macrismo duro, con Patricia Bullrich, empoderó a Juan Martín ante un Aníbal Tortoriello, en fuga, inocuo e indiferente. también ante sus socios del ARI y el pequeño reducto radical.
Esto sirvió al radicalismo que quizás sintetizó su idea en un simpático Tik Tok: “que Juntos por el Cambio se vaya a la “p……que lo parió, pero el radicalismo no”.
La UCR tiene cinco gobernadores, diputados y senadores y su propia historia que lo avala, incluso para olvidar aquella convención de Gualeguaychú, donde se alió al macrismo.
El radicalismo hoy tomó la centralidad de Juntos por el Cambio y con la CCARI y otras fuerzas mantendrá el sello, que en Río Negro significa desplazar al PRO que se mudó con Milei.
Esta situación también producirá cambios en la Legislatura después del 10 de diciembre, donde JxC tiene 8 legisladores, 4 la CC-ARI y 2 el radicalismo macrista. Nada seguirá igual.
No todo termina ahí. El anuncio de Aníbal Tortoriello de renunciar al PRO y armar un partido provincial, también hace ruido, porque podría llevarse al nuevo espacio a varios dirigentes.
Competirá con JSRN y no descarta alianzas por ejemplo con María Emilia Soria y el sorismo. Ideológicamente aún no se alineó, incluso hay silencio de radio sobre preferencias en los dos candidatos del balotaje.
Hay que barajar y dar de nuevo, con una variedad de expresiones políticas surgidas del resultado de esta primera vuelta electoral. Juntos Somos Río Negro se reúne mañana y dará a conocer su apoyo a Massa; el radicalismo también convocó a su mesa de conducción y en línea con el partido nacional anunciará prescindencia, a la par que algunos dirigentes ya se manifestaron a favor de UxP, sobre estas conductas un conocido referente radical, comentó con sigilo que «por abajo todos votan a Massa».
Ni a uno ni a otro dijeron los legisladores macristas electos, Santiago Ibarrolaza y Claudio Doctorovich. Juan Martín presidente de la asamblea provincial del PRO y el diputado electo Sergio Capozzi, están con Milei, lo mismo que Ariel Rivero, intendente de Campo Grande, y Lorena Villaverde, referente en Río Negro de La Libertad Avanza. Prescindencia también planteó Aníbal Tortoriello, al tiempo que anunció su renuncia como presidente del PRO. En ese grupo funge el barilochense Claudio Thieck, que siempre expresó su condición de renovador, aún cuando se fue del partido.
Este escenario, con balotaje mediante, interroga también sobre si el gran acuerdo provincial rionegrinista, tendrá sinfonía en el mismo acorde con un eventual triunfo de Massa. Por el contrario, si ganara Milei cobraría mayor sentido, ante sus anunciadas políticas contrarias a los estados provinciales.