Un tiempo en expectativa. ADN
La atención del país está puesta en las elecciones presidenciales de hoy. El resultado de las urnas marcará el destino futuro y Río Negro no está exenta de esta realidad, que incluso podría postergar una definición en un balotaje.
Nada de esto es ajeno a la política. Influirá.
En esto está pensando Juntos Somos Río Negro que tendrá la responsabilidad de continuar el gobierno provincial a partir del 10 de diciembre, porque ahora sí que no será “con cualquier presidente”.
Esta definición llevó a Alberto Weretilneck a retrasar cualquier adelanto de designación de miembros del futuro gabinete provincial.
No es lo mismo tener in pectore el nombre del ministro de Economía, si aún no hay presidente de la Nación. No es lo mismo tejer relaciones en temas económicos y financieros con Javier Milei, Sergio Massa o Patricia Bullrich, aún cuando las relaciones sean maleables y puedan “acomodarse”.
Weretilneck ya adelantó que votaría a Massa y en esto lo acompañan el vicegobernador electo Pedro Pesatti y varios dirigentes de Juntos, incluidos intendentes que vienen del palo del PJ.
Se sabe que el gobernador electo piensa en sólo 8 ministerios, concentrar en el área de Economía a las actuales carteras de Producción y Obras Publicas, y habilitar Secretarías para dar cobertura a otras áreas oficiales. Hay otras ideas, como llevar a la SENAF al área de Desarrollo Social y fortalecer Gobierno con la responsabilidad de ordenar los empleados en el Estado, redefinir funciones y buscar la mejor prestación de los servicios públicos a los ciudadanos.
Estas indefiniciones no son neutras. Generan ansiedades e irritaciones hacia el interior de Juntos, donde no toda está perfectamente bien y equilibrado. Las internas se retroalimentan y además hay una franja de cuadros medios, que quieren ser escuchados y reclaman opinar.
Tampoco es neutra la resolución que adopte Weretilneck en cuanto al armado del Gran Acuerdo Provincial y su representación en las estructuras del Estado. ¿Será a título individual a determinados dirigentes? ¿O habrá formalidad inter partidaria? Todo indica que no habrá rejunte de sellos ni de entendimientos formales.
La UCR está más cómoda con la propuesta porque no hay afinidad con el PRO, tanto con el legislador Juan Martín como con el diputado nacional Aníbal Tortoriello, quien además está cada vez más deslucido en la alianza macrista. Con un aporte del 6% al triunfo de abril se siente pagada.
No es el caso del peronismo, que le sumó a Juntos poco más del 11% y en el caso de Nos Une Río Negro reclama una consideración de mayor valía. Esta alianza comenzó con fuerza pero se desluce con el paso del tiempo.
El peronismo tiene además un 26.7% de las PASO de agosto y no sólo le ganó a Patricia Bullrich y a Sergio Capozzi, sino que puede aumentar algunos puntos más y lo pone en estado de competitividad en la provincia, como para mimetizarse con Juntos. Todo un debate.
La experiencia indica que el peronismo provincial vive su dualidad. Vota con disciplina y verticalidad en las nacionales, pero en las provinciales es un aquelarre.
Está claro que el voto en estas presidenciales es por Sergio Massa y lejano está Martín Soria de pretender adueñarse de este porcentaje. No hay dirigente provincial que atesore el 26% de los votos y esto también se analiza en Juntos, que ve como un peligro que el PJ se ordene y recupere la verticalidad porque se pone competitivo.
Cualquiera sea el resultado presidencial nacional se percibe en el peronismo la rebeldía que otrora tuvo para ser alternativa electoral. Hoy es un tema dirigencial. Nadie lleva en la mochila el bastón de mariscal y los conocidos no llegan a sargento.
En el esquema político futuro de Weretilneck, no tiene sorpresas con La Libertad Avanza, ya que en las elecciones provinciales no obtuvo representación legislativa, sin embargo, Juntos por el Cambio instaló a varios legisladores en el parlamento, que se sumarán a Juan Martín, incluso mayor a los que pueda sumar Bullrich en las presidenciales.
Juntos está en expectativa. Mira al futuro con impaciencia. Fue perdiendo tonicidad muscular y el dominio territorial hoy está amenazado.