El laberinto. ADN
Se elige hoy Presidente de la Nación en un balotaje que puso a dos candidatos en la pelea por la presidencia, Sergio Massa y Javier Milei. Su resultado define al país de los próximos años.
En Río Negro hubo expresiones mayoritarias de partidos políticos y organizaciones sociales en apoyo al candidato de Unión por la Patria, ante el postulante de La Libertad Avanza, con una campaña promocionada por Juntos por el Cambio – no muy visibilizada- y por la diputada nacional Lorena Villaverde, de escasa trascendencia. Todo esto quiere decir poco o nada ante la definición del voto silencioso o la opinión de la calle.
En el campo estricto de la política, la mayor definición está dada en el propio gobierno provincial y de Juntos Somos Río Negro, donde Alberto Weretilneck y Pedro Pesatti, gobernador y vicegobernador electos, jugaron fuerte a la definición nacional en apoyo a Massa, con acto incluido en Cipolletti.
Es la primera vez que Juntos definió severamente y dejó de lado la neutralidad provinciana en favor de un proyecto nacional.
El resultado de la elección presidencial lo pone al borde de todo o nada. A suerte y verdad, Weretilneck junto a Pesatti, espera la definición de las urnas.
¿Por qué? El laberinto es una encrucijada y la salida depende de la elección para definir el camino.
Las circunstancias y condiciones del próximo gobierno provincial que se inicia el 10 de diciembre no permiten la neutralidad. Tampoco un proyecto liberal privatizador, sin protagonismo ni protección estatal es el marco nacional propicio para administrar a Río Negro en los próximos años.
Políticamente Juntos se fue agotando y económicamente la provincia, que no escapa la realidad nacional con una deuda externa que compromete la mayor parte del PBI y que también compromete a las provincias.
Nada es posible para el próximo gobierno sin encolumnarse políticamente a un espacio nacional donde existan afinidades y se pueda compartir ideas y el cómo para salir de la crisis.
Un triunfo de Sergio Massa oxigena. Hace posible compartir con el gobierno nacional políticas que alivien la presión financiera. Entusiasma y permite ver la luz.
La otra definición que surge de esta delicada situación económica futura es pensar si es posible encarar el próximo gobierno en la soledad partidaria o hay que buscar conjugar políticas de acuerdos con otros partidos y espacios que permitan ampliar la base de sustentación actual. Juntos sólo no puede.
Viene otra etapa, que sin duda definirá el futuro del partido, donde surge un nuevo aprendizaje. Nada será igual a gobiernos anteriores.
«Nada es más perjudicial para una nueva verdad que un viejo error», decía el poeta y novelista alemán Johann Wolfgang Goethe.
Para esto se anunció este año la construcción del “gran acuerdo provincial”, una manera de acordar entre todos los sectores políticos rionegrinos, sin exclusiones, una agenda común que acuerden políticas que definan salir del momento crítico económico actual y buscar el desarrollo provincial futuro.
De las crisis se sale con política, donde es necesario el diálogo y el consenso.
El senador Martín Doñate puso la Pica en Flandes al publicar una nota donde además de reclamar la puesta en marcha del “rionegrinismo”, hace un descarnado análisis de la realidad económica financiera a través de la deuda en dólares, los pagos del Plan Castello y la reducción de los ingresos que por sí mismo, definen la necesidad del acuerdo.
“Está a la vista que debemos elaborar una estrategia de renegociación con mucha fortaleza y firmeza de la deuda pública en moneda extranjera. La última renegociación que llevó adelante el gobierno de Juntos Somos Río Negro fue una verdadera oportunidad perdida para descomprimir el angustiante estado de situación. Los vencimientos y montos de pagos así lo muestran”, indicó el senador rionegrino.
Agregó -entre otros importantes indicadores- que “para el próximo año nos esperan vencimientos por la deuda emitida para el Plan Castello por 92 millones de dólares. Seguidos de compromisos en dólares hasta el año 2028 (87 millones en 2025, 82 millones en 2026, 77 millones en 2027, y 37 millones en 2028). Sumas que además de estar nominadas en una moneda extranjera, que no es en la que produce ni recauda nuestra provincia, vuelven más complicado el horizonte fiscal del gobierno provincial. Quedando sujetos, además, a las políticas cambiarias que puede llevar adelante un próximo Gobierno nacional fuertemente condicionado por el acuerdo con el FMI y la restricción de dólares”.
No solo se trata de designar funcionarios extrapartidarios, sino de buscar los consensos políticos que a su vez faciliten lograr los consensos sociales para amortiguar los ajustes en el Estado que se definan como imprescindibles para salir del apremio económico y financiero.
El nuevo gobierno tendrá que avanzar además en ampliar las políticas de consenso con las organizaciones de productores, económicas, comerciales y sobre todo los gremios estatales.
Un nuevo gobierno, que requiere de reformas del Estado, en su administración, en el empleo público y los vínculos con la sociedad.
Tener un frente interno provincial consolidado posibilitará también dar pelea ante el gobierno nacional para lograr ayuda a superar esta situación y además ser parte del desarrollo energético de la norpatagonia.