Lindos perritos
(ADN). – Una vecina del barrio Belgrano de Viedma fue sorprendida el lunes pasado, en la madrugada, por el ladrido de perros y golpes contra su auto estacionado en la esquina de Laprida y Maestro Casale, que también alertó a otros habitantes del lugar.
La sorpresa fue mayor cuando descubrió los daños producidos en su auto chevrolet corsa, con rayones en la pintura e incluso una cubierta rota por mordeduras de perros y mangueras cortadas debajo del chasis.
Esta situación se originó cuando dos perros, que siempre están en la esquina de Laprida y Faguada Castello, comenzaron a correr a una gata que buscó refugio debajo del auto de la damnificada estacionado a una cuadra. El más chico de los perros buscó dar caza al felino y buscó debajo del vehículo, mientras que el de mayor porte se trepaba y corría sobre el automotor.
La noche de furia canina terminó con el auto todo rayado, una cubierta rota, las luces traseras destrozadas, los plásticos de los guardabarros, y una manguera de los frenos cortada, también otra de aceite y cables del motor.
Los perros en cuestión, no tienen dueño, pero están radicados en un jardín a un cuadra del lugar de los hechos, donde un vecino los alimenta, e incluso les construyó unas cuchas al frente de la casa.
¿Quién se hace cargo de esta situación? La damnificada sostiene que si bien son perros de la calle, hay un vecino responsable que los protege y alimenta y que por supuesto no reconoce responsabilidad en los destrozos de sus amparados.
Conflicto en puerta. La gata se salvó