Huésped ¿de honor?
Todavía siguen los coletazos de la visita de la vicepresidenta a Bariloche. El gobierno local la declaró «Huésped de Honor» y los concejales pusieron el grito en el cielo. Algunos por la familiaridad de Villarruel con militares y especialmente por su defensa (no solo como abogada) de sucesos durante la dictadura. Otros, por una mera formalidad, ya que las acciones de ese tipo corresponden al Concejo y no al Ejecutivo. Como fuere, sigue la polémica.