Preocupación de productores por la ola de asaltos
(ADN).- Una serie de robos protagonizados por bandas comando que asaltaron a empresarios y productores del Alto Valle, pusieron en alerta a la Federación de Productores. Su dirigencia se reunió con el ministro de Seguridad, Daniel Jara, a quien también le relataron episodios de robos en las chacras.
«Le planteamos al ministro las necesidades del sector en materia de seguridad. Tenemos que tener una comunicación directa con la policía ante emergencias. Entendemos que el 911 centraliza todo pero se pierde tiempo en responder algunas preguntas y en que se derive esa llamada que hacen los productores», manifestó el presidente de la Federación, Sebastián Hernández.
Hernández explicó que los productores sufren robos de manera estacional. En la época de la defensa contra las heladas están cansados de que les roben aspersores y bombas de los sistemas de aspersión. Y en la época de la cosecha, cuando el productor tiene que mover dinero, la situación se complica mucho más.
Asaltos millonarios
La ciudad de Allen fue el punto caliente de estos días en materia de seguridad. Robos millonarios a productores frutícolas mantienen en vilo a la policía que sospecha que pudieron haber sido cometidos por la misma banda comando. El tema fue medular en la reunión con el Ministro.
¿Es una sola la banda comando que siembra terror en la región o hay más actuando del mismo modo? La pregunta, aún sin responder, desvela a los investigadores. Actúan en banda, saben que en cada lugar hay cámaras de seguridad y son cuidadosos con sus rostros, tienen un poderoso arsenal de armas cortas y largas y lo más importante: no fallan, cada golpe que dan arrasan con millones de pesos, dólares, joyas y cajas de seguridad.
Hay una característica que marca la preparación previa de la banda. En cada golpe que dan, no hay nada librado al azar. Cuando «caen» a un objetivo, no dudan, lo hacen con determinación. Tienen datos certeros de empresarios y productores que manejan sumas millonarias de dinero en efectivo. No son ningunos improvisados. Aplican la violencia para atemorizar pero no se ensañan con las víctimas. Saben que su objetivo es llevarse un enorme botín, analizan los investigadores.
Las brigadas de investigaciones tienen imágenes de cámaras de seguridad y han recabado diferentes testimonios para dar con los asaltantes pero hasta el momento los allanamientos que se realizaron arrojaron resultados negativos y la banda sigue contando sus botines de a millones.