El FMI empujó la moderación de Milei con el Congreso
El giro dialoguista que buscó Milei tuvo un actor determinante. El FMI le advirtió que podía contar con el organismo pero era necesario normalizar la relación con el Congreso y empezara a respaldar las reformas y ajustes con leyes.
El ministro de Economía, Luis Caputo, viajo de urgencia a San Pablo para reunirse con la titular del FMI, Kristalina Georgieva, apenas 48 horas antes que hablara Milei en el Congreso.
Y una semana antes que Milei le hable a senadores y diputados, pasó por Buenos Aires la número dos del organismo, Gita Gopinath, y dejó el mismo mensaje. Por si alguno se hacía el distraído hasta le dio un reportaje a Clarín para dejarlo bien claro: «Es importante que el Gobierno genere consensos políticos para avanzar con las reformas», dijo la economista india y pidió a Milei «un enfoque pragmático». Cualquier parecido con el giro que protagonizó este viernes Milei en la Asamblea Legislativa, no es casualidad.
Los pedidos del FMI son un pasa no pasa para el Gobierno, porque Milei y Caputo apuestan todo a reformular el programa que firmó Martín Guzmán para poder acceder a los más de 10 mil millones de dólares que quedaron pendientes del préstamo de Macri y que Alberto Fernández no quiso tomar.
Esos fondos son claves para poder dolarizar y más ahora que el precio de la soja se derrumbó y lo que entre por la cosecha gruesa será sensiblemente inferior a lo proyectado. La falta estructural de dólares es percibida por el mercado que no se come la curva de las notas periodísticas que destacan una suba de resrvas, en gran parte sostenida por el freno total a las importaciones, que continúa. Este jueves los dólares futuros se dispararon.
Milei necesita dolarizar para cristalizar en algún momento la situación económica, el problema es que le faltan dólares y por eso apuesta a reformular el acuerdo con el FMI para que le liberen unos 10 mil millones que quedaron pendientes del préstamo que tomó Macri.
El problema es que le faltan dólares para dar de manera razonable el paso previo a una dolarización o régimen bimonetario, esto es la salida del cepo. En la charla con Cristian Ritondo que tuvo este miércoles le dijo al diputado que recién en el tercer trimestre se podrá levantar el cepo. Muy lejos.
La recomendación del FMI que desactive el conflicto con el Congreso tiene un elemento adicional. Un nuevo acuerdo que permita gatillar los 10 mil millones retenidos necesariamente debe contar con la aprobación de diputados y senadores, luego de la ley que hizo sancionar Cristina Kirchner en el gobierno pasado, para que nunca más un presidente como Macri pueda a sola firma comprometer al país con una deuda externa que condicione varios mandatos.
El problema es que esa ley obliga a mejorar la tasa, conseguir una quita o estirar los plazos si se quiere aprobar una renegociación de la deuda externa. Como esa no parece ser la idea de Caputo, el ministro de Economía incluyó en la Ley Omninus un artículo que deroga esa ley y le permite al ministro de Economía tomar deuda externa sin pasar por el Congreso. O sea, digamos, volver a hacer lo que hizo con Macri.
Acaso por eso, Milei puso como condición a los gobernadores que le aprueben la ley ómnibus antes de liberarle fondos.