La dinámica de lo impensado. ADN
Dante Panzeri, ya fallecido, y quizás el mejor periodista deportivo del país, caracterizó al juego del fútbol como la dinámica de lo impensado. Descartaba la lógica, lo pre escrito y las conductas lineales.
Una definición que le cabe a la política.
El marco financiero y económico de la provincia y la crisis en el sector salud volvieron a marcar la agenda de la semana, jibarizada por la celebración religiosa que detiene hasta el martes la mayoría de las actividades.
La paz a la que convocaría la pasión y muerte, no fue óbice para los cruces verbales.
El senador peronista Martín Doñate opinó sobre la situación hospitalaria, no sin cuestionar políticas gubernamentales y provocó la reacción del oficialismo con declaraciones de la primera espada del weretinelckismo, Facundo López, quien cruzó duro al dirigente de Beltrán.
En su raid verborrágico tuvo expresiones donde dijo que el Senador está enojado porque no sabe adónde poner “a los ñoquis que puso La Cámpora en la ANSES y en el PAMI”. Inoportuno en momentos en que el gobierno de Javier Milei cerraba las delegaciones de la Administración Nacional de la Seguridad Social en Conesa, Beltrán y Cinco Saltos, y quedaban en la calle unos 18 trabajadores rionegrinos, un cuadro de angustia que se acrecentó con despidos en Vialidad Nacional, ENACOM y otros organismos nacionales.
Innecesario y la política lejos.
¿Qué pasó? Las declaraciones de Doñate fueron interpretadas como una traición y la infidelidad se cotiza alto. Justo el socio electoral y uno de los artífices del Gran Acuerdo.
¿Por qué tanta furia de López? La interpretación de la política es que “hacia afuera” hay que sacarse a la Cámpora de encima, porque genera salpullido en la dermis de Juntos y algunos socios.
El nivel de la respuesta del presidente de la bancada oficialista en la Legislatura, puede calificarse como innecesario o inoportuno, pero no pasa por ese andarivel el debate, porque López, alter ego de Alberto Weretilneck, rápidamente se encargó de aclarar que el rionegrinismo sigue. Dejó en claro que el tema era el senador nacional, estigmatizado con un calificativo erróneo y que atrasa, ante el actual alineamiento interno de Doñate.
La pregunta cayó por su propio peso. ¿Sigue el Gran Acuerdo? La respuesta de una fuente gubernamental fue precisa. “Doñate no es más nuestro aliado” y agregó que “es una etapa terminada”, dado por finalizado también el acuerdo con ese sector del peronismo.
Este pareciera ser el nuevo perfil de la próxima etapa que está pensando el gobierno. Hay que juntar a todos contra la Libertad Avanza, que podría tener una presencia importante para el 2025, «pero con La Cámpora adentro perdemos socios que potencian su anti peronismo y eso los puede recoger la derecha» aseguran en Juntos. «Es más lo que se va que lo que entra», es el pensamiento cuando además el progresismo y la izquierda pierden cotización en el cielo mileinista.
Aún persiste la discusión sobre si el PJ-Nos Une, ayudó a ganar las provinciales de abril del 2023, con 12% de votos más la UCR con el 7%. En JSRN está el convencimiento que no es así la matemática y que el partido del gobierno perdió votos.
Juntos quiere volver al «centro» tras la férrea campaña en favor de Sergio Massa y el apego de Weretilneck con Cristina Kirchner en el Senado.
La expulsión de Doñate funciona como aglutinador del peronismo, que ya camina hacia la unidad (posible) y se constituirá como uno de los sectores en pugna en 2025. Así, se reconfigura el escenario. Desde el ascenso de Javier Milei a la presidencia, el peronismo nacional comenzó a entrenar para volver al poder y Río Negro no quiere quedar desalineado.
Este análisis podría entonces justificar la inoportunidad de la furia de López, precisamente cuando el gobierno nacional pone a Juntos y a la administración rionegrina en una situación de debilidad, que genera mucha sensibilidad y requiere fortalecer el frente interno rionegrino.
El motor de la agenda política fue la crisis en salud. Abrió ventanas de alertas y resignificó la relación con organizaciones sindicales como ASSPUR, con códigos y metodologías distintas a las acostumbradas relaciones con ATE y UPCN; adonde hay “mucho humo” que cuando se disipa siempre aparecen los acuerdos. Más difícil aún, cuando se trata de hablar con los autoconvocados.
El gobierno trató de encauzar la anarquía que rodea el clima de diálogo y buscó cuidar la retaguardia y cubrirse las espaldas, con Rodrigo Vicente (ATE) y Juan Carlos Scalesi, (UPCN) quienes a su vez mostraron sus dientes para no aparecer “acuerdistas” y perder confianza en los hospitalarios. Ejemplo: el titular de UPCN pidió al gobierno arreglar el tema sanitario «producto de la corrupción de los exfuncionarios, tanto del que fuera ministro de salud, su equipo y de la ex gobernadora». De pasada recordó la gestión de Fabián Zgaib, actual diputado y hombre de suma confianza de Weretilneck. “No vayan a poner ramo donde no hay taberna”, dicen los españoles.
La crisis en el sector de salud persistirá aun cuando se arreglen las cuestiones salariales porque el sueldo es uno de los problemas, pero no el más importante. La realidad indica que con un mejores ingresos, médicos, enfermeros y mucamas no podrán trabajar sin insumos, equipamientos, remedios y ambulancias deterioradas y con una demanda que se presenta como exponencial en vastos sectores de la sociedad que buscarán atención hospitalaria, ante los costos de las prepagas y la medicina privada.
Los hospitales no serán el refugio que pueda dar esa respuesta. Tampoco se visualiza que el gobierno nacional esté pensando en mejorar la salud pública. Con este cuadro el gobernador apuesta a su proyecto varias veces adelantado en la campaña electoral: ir a un sistema integrado, con el IPROSS, las obras sociales y las prepagas que queden en pie, con una atención mixta y subsidiada al sector privado, donde un parto o una cirugía cuesta tres o cuatro veces más que en el hospital.
Pero, la política también es como el futbol, según Panzeri: la dinámica de lo impensado y pasan cosas que no estaban pensadas.