«Las transferencias no son un favor, son compensaciones»
(ADN).- La actual recesión económica, causada por una abrupta caída de la actividad económica en todo el país, pegó con fuerza este mes en la recaudación provincial de “recursos propios”. Según datos aportados por el director de la Agencia de Recaudación Tributaria, Alejandro Palmieri, la recaudación de este mes de marzo pasado, respecto del mismo mes del año pasado, creció un 192%, mientras que en el mismo período la inflación fue del 276%. Esto implica que, de tributos “propios”, Río Negro obtuvo un 84% por debajo de la inflación.
A esto se suma lo que el funcionario calificó como “la verdadera clave del conflicto”, entre las provincias y el gobierno nacional, y es la suspensión del envió de las “transferencias no automáticas, o que el Presidente (Javier) Milei, mal llamó como transferencias discrecionales”.
“No es un favor que le hacen a las provincias, sino que se trata de compensaciones, porque a raíz de la generación de impuestos temporales o excepcionales, la Nación se fue quedando con mucho más de lo correspondiente, en perjuicio de las provincias, y esas transferencias son apenas una compensación, no un favor a los gobernadores”, explicó Palmieri.
Según el funcionario, “las provincias hoy estamos viendo mermada nuestra fuente de ingresos por dos vías: Una, por la caída en la actividad económica. Y por el otro lado, ha habido cambios en las reglas del juego por decisión directa del gobierno nacional actual. Es por esto que a la provincia de Río Negro le dejaron de ingresar casi $50.000 millones en tres meses”.
Sobre las transferencias no automáticas, recordó la ley de coparticipación del año 1988, del gobierno de Raúl Alfonsín, la cual “establecía claramente que las provincias tenían asegurado un mínimo del 57 % de todo lo que se recauda en la Nación”, porque las provincias asumieron prestar los servicios de seguridad, salud, educación y justicia, entre otros.
A pesar que la Constitución de 1994 obliga a que se dicte una nueva Ley convenio entre Nación y provincias, para ordenar el reparto de los impuestos, eso nunca sucedió, entonces “tenemos un sistema de parche sobre parche, con impuestos de emergencia, que llevaron a que hoy las provincias reciban el 30 % de lo que se recauda en la Nación, y ya no el 57”.
“Entonces –agregó-, más del 60%” se lo queda un Estado nacional, que para muchos esta sobredimensionado, y para otros está haciendo lo que corresponde”.
Recordó, en declaraciones a Medios del Aire de General Roca, que entre los impuestos que no se coparticiparon a las provincias, según los criterios de la Ley de 1988, “está el impuesto a los cigarrillos del 95, que iba a tener vigencia por tres años y aún se mantiene, y eso queda un 100 por ciento en el Estado Nacional”.
Añadió que “en el 98 se creó el monotributo excepcional; en el 2001, Cavallo crea el impuesto excepcional al cheque, por un par de años y todavía está, y ese también se lo queda el 100% del Estado nacional. Otro caso similar es el Impuesto a los combustibles, que está tan de moda en estos días porque aumentaron los precios: el 10% va a la provincia y el 90% se lo queda el Estado nacional».
Estos tributos “excepcionales”, para Palmieri, “tienen una coparticipación dudosa o poco clara. Entonces a lo largo de estos años, y para compensar un poco el desfasaje este, se hacían las transferencias no automáticas, que surgieron de acuerdos -entre comillas-, entre los distintos gobiernos nacionales y los provinciales. Por ejemplo, en ese marco se creó el fondo de incentivo docente. El Estado nacional, como no mandaba lo que tenía que mandar, creó el fondo de incentivo docente para equiparar este desequilibrio”.
Entonces “cuando asume el nuevo presidente, dice: todo esto lo dejo de mandar. Y entonces genera todo este enorme desequilibrio”.
Según Palmieri, “las provincias lo único que plantean que se respete la ley madre de coparticipación, que recibamos cercano o mínimo, el 57%”, y reclamó que se coparticipen otros tributos, como el impuesto PAIS, a los combustibles, y al cheque.
Por ultimo, acotó que “hoy lo que pasa es que se cambiaron las reglas de juego y el presidente las llama transferencias discrecionales, como si fuera un favor a las provincias. Y no es ningún favor, es trata de equilibrar un poco lo que les correspondió siempre a las provincias y que, con el correr de las décadas, el invento de impuestos excepcionales o de emergencia, se comenzó a desequilibrar una balanza, al extremo de que hoy las provincias reciben cerca del 30 % y la Nación se queda con más del 60%”.