La Ley llega al Senado. Los gobernadores esperan un gesto
(ADN).- Los gobernadores esperan que Javier Milei les ofrezca un «gesto de amor» antes que la ley ómnibus sea tratada en el Senado, y ya condicionan el Pacto de Mayo que el presidente convocó para el día de la patria.
Los diputados esperaban sacar la ley pero creían que podía chocar en la Cámara Alta, con el antecedente del rechazo al DNU que tuvo 42 votos negativos, 9 más de los que tiene el bloque de Unión por la Patria. Ese panorama pareció atenuarse con lo que sucedió en Diputados, no tanto por la media sanción que se descontaba, sino por la comodidad con la que la logró el bloque libertario que tiene 40 de los 257 diputados. Y en especial por la ayuda de algunos gobernadores opositores como Raúl Jalil, Alberto Weretilneck, Gustavo Sáenz, Hugo Passalacqua y el confrontativo Claudio Vidal.
Luego de ese guiño, ahora el gesto de amor que esperan los gobernadores no es otro que la entrega de fondos para las provincias y la reactivación de obras. La semana pasada los ministros de Maxi Pullaro le conocieron la cara al secretario de Obras Públicas de la Nación, Luis Giovani, que prometió reactivar la obra pública. Fue acaso el primer anuncio del Gobierno en ese sentido.
Pero mientras los gobernadores esperan más señales como esa, en el propio oficialismo admiten que todavía no hubo movimientos que garanticen los votos que necesita el Gobierno para llegar a la mitad de los presentes y que defina Victoria Villarruel.
«No hay grandes operaciones para rascar los votos adicionales», dijeron a LPO quienes ya empezaron a juntar los votos para el oficialismo.
La ayuda que dieron los gobernadores en Diputados no se transfiere automáticamente al Senado. En el oficialismo creen que el catamarqueño Jalil no podrá convencer a Lucía Corpacci de votar a favor y por eso negocian con Guillermo Andrada. Saénz no maneja a los dos senadores de Unidad Ciudadana. A Weretilneck, que hizo que la senadora Mónica Silva votara contra el DNU, todavía no le dieron nada para que juegue a favor de la ley.
La única jugada de anticipación la hicieron Guillermo Francos y Lule Menem en Misiones cuando visitaron a Caros Rovira, el jefe del gobernador Passalacqua. Pero la foto sola no alcanza: Rovira pidió por las obras y fondos pendientes de la Anses.
En el oficialismo suponen que los dos santacruceños de Vidal pondrán un voto en cada canasta y los dos chubutenses de Juntos por el Cambio también.
Con los radicales se despejó el cielo en Diputados pese a la cercanía de la masiva marcha universitaria. En el Senado esperan un voto negativo de Martín Lousteau y tienen dudas con el catamarqueño Flavio Fama. En la zona gris entran los peronistas emancipados Camau Espínola y Edgardo Kueider, además de la neuquina Lucila Crexell. Con esos tres senadores habrá negociaciones en particular.
«El punteo está lejos de estar tranquilo», reconocen en el oficialismo. Por eso Karina Milei fue a almorzar con Villarruel al buffet del Senado este mismo martes, mientras todavía se trataba la ley a pocos metros.
La otra preocupación de la Rosada es que no se demore la fecha de la sesión. La Cámara Alta todavía tiene que reunir a las comisiones para tratar una ley que llevó cuatro meses de debate en Diputados y ni siquiera un minuto en el Senado.
En el Gobierno creen que además de los votos, están justos de tiempo: es que existe la posibilidad de que los senadores le hagan cambios a la ley, que volvería a Diputados y se demore la sanción definitiva. «Si llegamos al 21 sin la ley, vamos al pacto de mayo a cagarnos a palos», admiten en el Senado.