La radiodifusión es mucho más que un espacio de mercado
(*) Allá por julio de 1937 ocurrió la primera transmisión en Argentina de Radio del Estado, antecesora de la actual Radio Nacional.
Y, miren que cosa, se hizo bajo el gobierno de signo económico liberal del presidente Agustín P. Justo. Porque no siempre los liberales fueron analfabetos sociales y culturales. Hubo tiempos en la Argentina, donde liberales serios aportaban su cuota de inteligencia y servicio al pais.
Argentina tiene el privilegio en asegurar que se hizo en este suelo, en 1920, un 27 de agosto, la primera transmisión radiofónica del mundo, en que los “Locos de la Azotea (Enrique Telémaco Susini, César Guerrico, Luis Romero Carranza y Miguel Mujica hicieron escuchar la Opera Parsifal, de Wagner, a una cincuentena de seguidores provistos de receptores radiales.
La emisora estatal, que es cierto y sería necio negarlo, debe ser de carácter público y no gubernamental como lo fue durante toda su existencia, tiene logros y experiencias notables que ratifican su razón de ser. Como haber sido e 1946, a apenas trece años de su invención por E. Armstrong la que realizó las primeras transmisiones en prueba del sistema de modulación de frecuencia (FM), casi 20 años antes que cualquier emisora de tipo comercial.
Radio Nacional es la que en 1982 abre su transmisión desde Puerto Argentino en Malvinas.
En noviembre de 2021, LRA24 pone en marcha un nuevo transmisor con el que llega a gran parte de la Antártida, las Islas Malvinas e Islas del Atlántico Sur.
Radio Nacional, es la que en 2023 concreta la transmisión bicontinental al emitir su Panorama Nacional de Noticias desde la Antártida.
Radio Nacional es también la encargada del sistema de Radiodifusión Argentina al Exterior.
Esta Radio Nacional es la que contiene 49 emisoras que en todo el pais informan, entretienen, orientan, promueven y educan, según el clásico decir de lo que hace una emisora.
Casi todas las delegaciones de Radio Nacional constituyen su contenido con programación local, que tiene que ver con el interés de sus oyentes y con ser parte de un ecosistema audiovisual con otras alternativas locales como cine, TV, streaming, redes que van construyendo una cultura acorde a la historia regional y a la memoria general del lugar desde donde emiten.
En las emisoras donde existen direcciones profesionales de nivel y vocación por entender a la radiodifusión como “algo más que una porción de mercado” se incorpora 30% de contenidos locales, y una buena proporción de contenido independiente. A la vez, la presencia de la radio en las ciudades del interior garantiza condiciones de accesibilidad para personas con discapacidades visuales y motrices, tanto en lo geográfico como en lo social, federaliza contenidos y abre posibilidad de carreras profesionales y algo no menor, en esas radios del interior, juega un rol importantísimo la interactividad entre receptor y emisor.
Interactividad esta que se manifiesta en forma concreta en los famosos “avisos sociales” mediante los cuales se comunica a los vecinos que viven en la ruralidad, sobre todo en parajes y pequeñas localidades (se utiliza mucho en la Patagonia y en Rio Negro, desde ya) las cuestiones que hacen a necesidades, pedidos, entregas etc. y todo lo que, de otra manera, en lugares son conectividad no podría realizarse.
Es cierto, que con mayor o menos buena voluntad siempre el rumbo de los medios públicos siguió el sesgo político/informativo/cultural que sus autoridades, vinculadas al poder gubernamental del momento, decidieron impulsar. Eso debe modificarse y que sirvan en serio a una mejor distribución de la información teniendo como sostén de calidad, el profesionalismo y correctas intermediaciones entre los fenómenos de opinión pública y las audiencias. Y cambiar esto no pasa
por hacer desaparecer los Medios Públicos con rústicas referencias a costos o dimensiones laborales, dos aspectos que también pueden y deben mejorarse.
Hoy el gobierno nacional apaga Radio Nacional. Hoy Milei, nos quita una forma tradicional de estar vinculados.
Algunos dicen que para vender las propiedades y juntar plata, otros auguran procesos de privatización y para eso comienzan por sacarle historia, borrar pertenencias y de esa manera ir creando el ambiente para privatizarlas.
Radio Nacional, está las 24 horas llevando a todo el pais una síntesis de lo que pasa en la Argentina, y como prioriza lo federal, impulsa programación local en sus emisoras.
Por el título 2, cap. 2 de la Ley Bases, recién aprobada, queda sujeta a privatización.
De los cinco diputados nacionales, solo uno del peronismo, votó en contra.
Entendemos a quienes representan a LLA y al Pro. No engañan a sus votantes. No entienden nada de lo que es la radiodifusión y los Medios Públicos y no le preocupa dejar gente sin trabajo y pueblos sin vinculación, pero son coherentes con lo que piensan. Frente al daño que causan, la coherencia no es ningún valor. Pero que lo son, lo son.
El diputado del partido de gobierno Agustín Domingo votó a favor, violentando su contrato electoral con la parte del pueblo rionegrino que lo votó para que no haga eso. Y hoy, el propio gobernador sale orgulloso a reivindicar ese voto, sabiendo que, a partir de allí las emisoras de Radio Nacional de Viedma, El Bolsón, Ing. Jacobacci y Bariloche, pierden capacidad en cumplir su función. Y el paso siguiente es dejar personas sin trabajo. No les importa.
Y una mención a quienes, desde el peronismo, acompañaron el triunfo de Juntos Somos Rio Negro en la provincia. A quienes desde el PJ oficial pusieron los votos “indispensables” para que ese partido gane y hoy pueda afirmar que va a acompañar a Milei y a su legislación oprobiosa:
Compañeros, piensen, reflexionen, analicen y nunca está de más una autocrítica que abra nuevos rumbos.
(*) Peronistas Rionegrinos: Ángela Vicidomoni – Fredy Rodriguez – Luis Parra – Luisa Villarroel – Gustavo Casas – Josué Gagliardi – José Rosané-Adrián Marzo – Daniel Palomequez – Gustavo Neto – Ricardo Sepulveda – Rubén Martínez – Mario Waldhorn – Osvaldo Nemirovsci