Congreso hostil. El gobierno mira a los gobernadores
(ADN). – Teminado el receso invernal y la vuelta de la actividad en el Congreso, viene un trabajo difícil para el gobierno: buscar los consensos que necesita en temas importantes. Entre los amigos dialoguistas hay cada vez más figuras que enfrentan a Javier Milei y mostraron su intención de derogar sus iniciativas y critican el gasto público, un golpe bajo para los libertarios.
La situación pone en alerta y será Guillermo Franco, quien tendrá la tarea de buscar el apoyo de gobernadores e intendentes del conurbano, quienes en las últimas semanas recibieron llamados del jefe de Gabinete.
Se pone en práctica entonces recurrir a beneficios y atender reclamos de mandatarios provinciales, como agilizar envío de fondos y obras públicas adeudadas. No importa si se trata de peronistas, radicales o partidos provinciales. Todo sirve mientras gobiernen y la Casa Rosada pueda negociar de igual a igual.
La generosidad de Francos con los gobernadores provocó entusiasmo en los partidos provinciales que tienen votos en el Congreso. El rionegrino Alberto Weretilneck se reunió con el jefe de Gabinete y fue tan ameno el diálogo que el funcionario nacional entendió que había un compromiso del mandatario para destrabar la ley de boleta única, que no quiere votar su senadora Mónica Silva. Exige eliminar el casillero que permite adherir a la lista completa. La discusión no está saldada, publicó en un comentario político la LetraP.
Observadores señalan que Milei usa cada vez menos la palabra casta: entendió que es más fácil gobernar aliado a quienes gestionan. El resto de los actores juega más suelto y amenaza al Presidente con un segundo semestre complicado en el parlamento, cuando se debatirá el Presupuesto 2025, con las pautas que pide el FMI.
Martín Menem y Victoria Villarruel se preparan de modo diferente para dar esas batallas. El riojano trata de contener aliados como sea y la vicepresidenta está en otra historia: enfrentada a la Casa Rosada, sigue su agenda de posicionamiento y hace cuentas para saber si puede sesionar. Nunca lo tiene del todo claro.
Los opositores
En la Cámara de Diputados, la nueva diáspora opositora es más nítida. Hacemos Coalición Federal, el variopinto bloque coordinado por Miguel Ángel Pichetto, engrosó su sector de oposición dura, que antes se limitaba a la dupla del socialismo (Mónica Fein y Esteban Paulón) y a la cordobesa Natalia de la Sota. Se sumaron a esa postura Margarita Stolbizer y los ex-PRO Nicolás Massot, Emilio Monzó y Oscar Carreño, molestos por el reparto de lugares en las bicamerales. Dicen que Menem no cumplió los compromisos.
Monzó no aceptó quedar afuera de la de bicameral de Inteligencia, una decisión de Karina Milei. No fue la única arremetida de la hermana del Presidente en estas negociaciones: tampoco quiere dejar a LLA sin una silla en la Auditoría General de la Nación (AGN). Se rompe así un acuerdo previo con el PRO y la UCR..
El grupo rebelde de Hacemos Coalición Federal empezó su agenda de confrontación. Pidió derogar el DNU que aumentó fondos reservados a la nueva SIDE, junto a la Coalición Cívica, que hace tiempo juega de oposición dura. Elisa Carrió lo venía pidiendo. También quieren revisar los gastos en vuelos privados de Milei. Es mucha plata.
Un dato: outsiders y gobiernos locales que tienen representación en el bloque coordinado por Pichetto -quien hace equilibrio como puede- sondean alianzas en algunas provincias para competir en las elecciones legislativas como tercera vía. Necesitan diferenciarse del Gobierno para posicionarse.
Con el río revuelto, el salvataje de Milei para sancionar leyes son los gobernadores y es hacia donde apunta Francos, quien, en definitiva, es un político tradicional: le molestan los librepensadores. También llamó a intendentes del conurbano para ponerse a disposición. Axel Kicillof no se enteró.
Con información de LetraP