Marketing. ADN

“La situación económica mejoró, pero no es la ideal y no estamos tranquilos», reconoció esta semana el gobernador Alberto Weretilneck y fue franco al explicar la fragilidad con que se desenvuelve el gobierno provincial.

Sin ayuda nacional, con menos ingresos recaudatorios por la recesión económica que padece el país y con limitados recursos por regalías, sólo es posible una administración austera, que no es poco decir en términos electorales cuando el oficialismo piensa en su proyección hacia 2025.

El gobierno está limitado en la obra pública, poco puede comprometer a los municipios (sólo obras menores) y está obligado a mantener la demanda salarial de los agentes del Estado como puede y con lo que tiene.

Con alrededor de 45 mil millones de ingresos corrientes, tiene el 70 por ciento comprometido en sueldos y transferencias a otras jurisdicciones no propias. El resto es para pagar servicios de la deuda del Plan Castello y los compromisos de “socorros” al Banco Patagonia, más la coparticipación municipal. Poco queda para funcionamiento. Un 10 por ciento.

De esta manera el gobierno no luce. Sólo funciona y disimula los percances. Nación no manda más plata.

Este cuadro afecta al poder político, raspa, corroe, porque no hay nada que prometer, sin obras y peleando mes a mes las paritarias para evitar un desborde de reclamos en la calle, lo aleja de las expectativas ciudadanas. El atraso de una semana en el anuncio del cronograma salarial enerva los nervios.

Entonces, la estrategia se asentó en implementar una política marketinera. Salir de la coyuntura y montarse en promesas del Río Negro del futuro a partir de Vaca Muerta y la salida al mar de las exportaciones de petróleo y gas. Cuenta con un aliado estratégico: Rolando Figueroa, gobernador de Neuquén, con quien comparte las políticas energéticas de la región, incluidas las represas hidroeléctricas, otra frustración ya que la Casa Rosada no permitió que las provincias intervengan en su administración. Solo queda pelear por un aumento en el canon por el uso del agua.

Todo esto es futuro, promisorio, pero ¿sirve para sortear las dificultades del momento?

Tampoco generarán dinero rápido los nuevos contratos petroleros, que podrían otorgar recursos estimados en alrededor de cinco masas salariales (150 millones de dólares) pero con expectativas moderadas, ya que se trata de pozos maduros donde el concesionario conoce su producción y los costos empresariales, todo para fin de año en adelante.

La otra bandera que cobija a todos los rionegrinos y enarbola Weretilneck es la instalación en Punta Colorada de la planta de Gas Natural Licuado, que colocó al gobernador en el centro de la escena y defensor de los intereses rionegrinos, frente a las pretensiones de Bahía Blanca de apoderarse de este proyecto.

La cuestión fue tratada el viernes a la noche -de la peor manera- por el presidente Javier Milei, al adelantarle al periodista Alejandro Fantino en un reportaje que la planta de GNL no se instalará en territorio de Axel Kicillof. Fue una posición política cargada de ideologismo y agravios.

Lo adecuado hubiera sido que el mandatario destacara las ventajas comparativas de Río Negro para la exportación del gas de Vaca Muerta, frente a Puerto Rosales, en Ingeniero White, y no sobre el agravio a bonaerenses y bahienses que votaron al gobernador Kicillof.

Alberto Weretilneck se convierte así en el primer aliado del presidente de YPF, Horacio Marín, que también escuchó a Milei. El rionegrino cumplió con la manda del gobierno nacional suscribiendo al RIGI. Pero para que no queden dudas, armó un dominó para que las ciudades rionegrina también generen ordenanzas en favor del Régimen de Inversiones que comenzó en San Antonio Oeste, siguió en Sierra Grande y ya hay proyectos para que Viedma siga ese camino. El corredor de la costa.

Hay ventajas comparativas a favor de la provincia y las aguas rionegrinas del golfo, que ofrecen mejores condiciones de operatividad de los barcos licueficadores.

Esta definición estará para marzo o abril del año que viene, y Río Negro cuenta con una mayor capacidad de operación de barcos que los puertos de Escobar y de Bahía Blanca.

También el gobernador rionegrino se entusiasma con el proyecto de Pan American Energy que instalará un buque de licuefacción, en acuerdo con la empresa GOLAR LNG, de Noruega, centrifugando el combustible a menos 160 grados, en el Golfo, con una capacidad tres veces mayor a los barcos que operan en Bahía Blanca.

Se conoció además, que Pan American Energy, tiene en proyecto construir un ramal, de unos ocho kilómetros, desde el Gasoducto Troncal Sistema Sur, construido a la vera de la ruta nacional 3, hasta el puerto del Este y cargar gas con un sistema de boyas off shore, ubicadas a varias millas mar adentro, sin afectar las actividades portuarias de la zona. Esta actividad tiene plazos más cercanos para su concreción.

Este mismo sistema de boyas instaladas a millas marítimas de la costa, se utilizará también en Sierra Grande hasta que se levante la planta de GNL en Punta Colorada, para licuefacción del gas que llegue de Vaca Muerta.

Cabe destacar, frente a las ventajas comparativas rionegrinas, que en Bahía Blanca el movimiento portuario tiene un alto costo de dragado, ante el calado de estos barcos.

En mayo del año pasado, la secretaría de Energía compro ocho barcos regasificadores para operar en Escobar y cuatro para Puerto Rosales.

En Escobar, la terminal se encuentra en un canal muy estrecho, donde sólo puede circular un barco de gran porte a la vez, ya que miden unos 300 metros de eslora y tienen que ser  ayudado por un remolcador que le permita girar en 180 grados. De ahí que el barco debe salir al Río de la Plata para que recién ingrese el próximo cargamento. Se calcula una demora de 12 horas de conexión de mangueras y unas 36 horas para la descarga del fluido. No obstante, al sumar las maniobras de amarre y de entrada y de salida del canal, toda la operación requiere unas 60 horas.

Punta Colorada ofrece un calado de 40 pies, que permiten la operación de barcos más grande y con mayor capacidad de carga, con unos 15 millones de dólares de ahorro por buque. También el golfo es cobijo de temporales de fuertes vientos y permitirá operar la mayor parte del año, cargando un barco por día.

Weretilneck se puso a la cabeza de la promoción de las ventajas de instalarse en Río Negro. Se reúne con operadores del sistema, toma contactos con Panamerican Energy y Petronas, trata de convencer en el Club del Petróleo y brinda explicaciones para ofrecer estas ventajosas condiciones.

Este es el perfil de marketing del gobierno provincial, que a veces suma el posible desarrollo agroindustrial que ofrece el valle desde Conesa a Beltrán con la posibilidad de poner 70 mil hectáreas bajo riego. Es remiso en promocionar -RIGI mediante- la instalación de la planta del hidrógeno verde, también en Sierra Grande, lo que daría más argumentos (sumado al oleoducto) de un polo energético.

El desafío de Juntos es llegar a las elecciones del año que viene armado y con control de daños que pudiera afectarlo con el desgaste de gobernar en estas condiciones económicas financieras.

La estrategia será la misma que le permitió ganar elecciones: el pragmatismo.

Evitar discusiones y posicionamientos ideológicos. Acomodar las políticas provinciales a las condiciones más favorables, cualesquiera sean sus ejecutores.

Una realidad que se impone en la política nacional en varios sectores. En las próximas elecciones el 50% de los votantes serán menores de 35 años. Un nicho de electores nacidos en los 90 con el impulso del desarrollo tecnológico. El 9 de noviembre de 1989 cayó el muro de Berlín, año además que llegó a la Argentina el modelo liberal, por la vía electoral, con Carlos Saúl Menem.

Juntos tiene que evitar la derrota en el 2025 y hasta ahora esa situación no sería posible, frente a la impronta de Javier Milei en la política nacional con repercusiones en la provincia, y ante el armado unido del PJ. Arranca la carrera, al menos, en el tercer lugar.

La estrategia que se piensa entonces en el oficialismo es romper al peronismo, una misión que ya comenzó junto con sus aliados. JSRN conformará con la UCR y la CC-ARI su espacio provincialista y con Pedro Pesatti, como cabeza del armado electoral, quien confirma su deseo de seguir su carrera política en la cámara alta del Congreso.

En los tres espacios saben que deben intentar debilitar al PJ, quitarle dirigentes, buscar listas afines -como el Movimiento Evita- para que haya competencia que lo desgranen y colarse segundo detrás de los candidatos de Milei.

Weretilneck sepultó el Gran Acuerdo, una alianza que feneció antes de nacer. «Hoy no tiene viabilidad» dijo, y blanqueó una situación indisimulable.

«La pelea es por el segundo puesto» aseguran en los pasillos de la Casa de Gobierno en Viedma. Pero no son pocos los dirigentes de Juntos que ven una debilidad en el Presidente y aseguran que entre el desgaste por el ajuste y la crisis, sumado a que Milei no está en la boleta y la atomización del espacio liberal (LLA, el PRO, Primero Río Negro, el Partido Libertario y Aníbal Tortoriello) que no encuentra puntos de unidad, la competencia de tercios puede trastocarse y volver a ganar.

Hoy, marketing para sobrevivir. El año que viene todo será pragmatismo para no perder las bancas en el Congreso. El tiempo dirá si la estrategia es la correcta.