«Van a secar los yacimientos, cargar todo en los barcos»
(ADN).- En los detalles por la reglamentación del RIGI están las petroleras. Quedó claro en la reunión que mantuvieron con Javier Milei el jueves pasado en Vaca Muerta, donde se analizaron los mecanismos posibles para que el segmento upstream quede incluido en el esquema de beneficios, señaló en una nota LPO.
A primera vista, el pedido de las empresas parece excesivo. El segmento upstream es la exploración y producción hidrocarburífera, la perforación de pozos, el eslabón de la cadena de valor más productivo y rentable. Vaca Muerta supera todos los meses su propio récord de producción: más de 400.000.000 barriles de petróleo diarios y 25.065 millones de metros cúbicos de gas en el primer semestre del año, lo que equivale a un aumento del 5,2% en comparación con el 2023.
Esto es posible gracias a la eficiencia operativa y tecnológica alcanzada en la curva de aprendizaje. El costo de perforación se redujo en más de 10 veces. Actualmente un pozo tiene un costo operativo cercano a los USD 10 millones. En el segmento upstream las empresas diseñan su plan de inversión con una antelación mínima de un año, con los cual los presupuestos ya están comprometidos en los balances en curso.
«Lo que se conversó en la reunión fue la posibilidad de armar clúster de 20 pozos con alguna obra de infraestructura colateral para alcanzar la inversión mínima necesaria y poder entrar en los beneficios», contaron a LPO desde una de las petroleras.
Según pudo reconstruir este medio, hubo acuerdo para que toda la cadena de valor hidrocarburífera se vea beneficiada por este régimen. «Entra upstream, downstream y midstream, entra todo», aseguraron desde una de las principales compañías.
En contraposición, un empresario proveedor de la industria afirmó que en caso de que los beneficios del RIGI alcancen a la producción hidorcarburífera de Vaca Muerta, «el pleno exportador cancelará la posibilidad de que los recursos acompañen la recuperación económica y traccionen el desarrollo del valor agregado». «Van a secar los yacimientos, cargar todo en los barcos», sentenció.
Se trata de un tema sensible y de alto impacto macroeconómico. Por un lado el RIGI exime la obligación de liquidación en el mercado de cambios de las divisas que ingresen por exportaciones de productos que generen los proyectos, lo que afecta a la reservas. Por otro, pega en la recaudación y la meta fiscal producto de las exenciones impositivas.
El sentido del RIGI que aprobó el Congreso se sustenta en promover inversiones nuevas con un piso de USD 200 millones. Si bien rige únicamente para nueve sectores (industria forestal, infraestructura, minería, energía, tecnología, turismo, petróleo y gas y siderúrgica), la tensión que desata las heterogeneidades intersectoriales se reflejan en la negociación por la letra chica del Régimen.