La pobreza escaló al 52,9% en la gestión de Milei
(ADN).- La pobreza saltó del 40,1% al 52,9% en el primer semestre de 2024 frente al mismo período del año previo, mientras que la indigencia escaló del 9,3% al 18,1%, según informó este jueves el INDEC. Extrapolado a la población total, esto implica que unos 24,8 millones de argentinos están en condiciones de pobreza, mientras que otros 8,5 millones en situación de indigencia.
El 42,5% de los hogares se encuentran bajo situación de pobreza, unos 4.319.760 hogares, donde vive el 52,9% de las personas. Dentro de ese conjunto, se distingue un 13,6% de hogares por debajo de la línea de indigencia (LI), unos 1.378.142, que incluyen al 18,1% de las personas.
«El nivel de pobreza es sumamente alto, un dato pésimo. Pero dada la crisis en la que estamos nadie puede sorprenderse», aseguró a Ámbito el economista Juan Graña.
En ese sentido, el experto destacó que dentro de este dato, «lo más preocupante es el crecimiento de la indigencia», que fue mucho mayor al de la pobreza, ya que se duplicó en el último año y mostró un alza de 52% frente al segundo semestre 2023. «Allí vemos que no sólo hay más argentinos pobres sino que la pobreza se agudizó y allí la falta de políticas estatales se siente mucho más», analizó.
En cuanto a los grupos de edad, según condición de pobreza, se destaca que dos tercios (66,1%) de las personas de 0 a 14 años forman parte de hogares bajo la línea de pobreza.
El porcentaje total de personas bajo la línea de pobreza para los grupos de 15 a 29 años y de 30 a 64 años es de 60,7% y 48,6%, respectivamente. En la población de 65 años y más, el 29,7% de las personas se ubicó en hogares bajo la LP.
Las mayores incidencias de la pobreza en personas se observaron en las regiones Noreste (NEA), 62,9%; y Noroeste (NOA), 57,0%. Las menores, por su parte, se registraron en las regiones Patagonia, 49,1%; y Pampeana, 49,9%.
En los aglomerados de 500.000 y más habitantes se observó un aumento de la pobreza de 11,0 p.p., en tanto que en los aglomerados de menos de 500.000 el incremento fue de 12,3 p.p. con respecto al segundo semestre de 2023,
¿Por qué se espera un aumento de la pobreza?
Según datos del propio INDEC, el índice de salarios promedio para los trabajadores formales fue, entre enero y junio de este año, 15% inferior, en términos reales, al promedio del segundo semestre de 2023, tomando en cuenta la inflación que tuvo la CBT desde julio del año pasado.
Recientes datos del Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (ODSA-UCA) indicaron que la pobreza se instaló en el 52% de la población argentina y alcanzó un récord desde 2004. En paralelo, la indigencia fue del 17,9%.
El informe de la entidad remarcó que la cifra llegó a alcanzar el 54,9% en los primeros tres meses del año, para luego descender al 49,4% entre abril y junio, como resultado de la desaceleración de la inflación y el repunte de los salarios reales.
«Durante 2024, la fuerte baja de la inflación y la mejora de los salarios reales, que fueron acomodándose tras el shock inicial, auguran que en el segundo semestre la tasa de pobreza volverá a bajar. En esta línea, si tomamos algunas estimaciones mensuales, como las que realiza la UTDT, vemos que la pobreza ya empezó a bajar, aunque sigue en niveles muy altos», señaló el economista en jefe de Fundación Libertad y Progreso, Eugenio Marí.
No obstante, este sube y baja de pobreza que veremos durante 2024 es mayormente cíclico. Hay dos claves para empezar a bajar las tasas de pobreza de manera sostenida: ser doblemente responsables a la hora de conducir la política económica, esto es equilibrio fiscal y monetario en todos los niveles de gobierno, y apurar la implementación de reformas para que la economía empiece a crecer rápidamente. Cada regulación improductiva que se elimina para facilitar la contratación en blanco, el ahorro, la inversión y la producción significa que en el segundo semestre del 2024 y en 2025 veremos un poco menos de pobreza.
La pérdida de empleo, un dato clave
El director del observatorio, Agustín Salvia, remarcó que la pérdida de puestos de trabajo en el sector informal de la economía y el bajo salario en el sector privado son dos factores cruciales a la hora de los altos niveles de pobreza e indigencia.
»El sector de los trabajadores informales pobres, que cayó en la indigencia y que depende en gran medida de los programas sociales, no se recuperó. Es en este contexto que se observa una mayor desigualdad entre los distintos sectores trabajadores», agregó.
Vale recordar, no obstante, que el indicador de la UCA no es estrictamente comparable con el del INDEC, dado que tienen metodologías distintas.